Si los estudiantes de 5 a 11 años no han recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 recomendada para estas edades, no podrán regresar a tomar clases presenciales en sus escuelas, a partir del 1 de febrero, reiteró ayer el gobernador Pedro Pierluisi.

“Esperamos que, en la próxima semana, venga la avalancha mayor (de personas buscando vacunas para sus hijos) porque muchos lo dejan para última hora”, resaltó el primer ejecutivo del país durante una breve visita al Parque Central, donde VOCES y el Departamento de Saludllevaron a cabo una clínica de vacunación tipo servicarro para adultos y menores.

Según el Informe de Vacunas COVID-19 en Puerto Rico, al 21 de enero, solamente 32.9% (75,781) de los menores de 5 a 11 años contaban con las dos dosis de esta vacuna, mientras 54.2% (124,938) tenían solo la primera.

La población estimadaen este grupo de edad asciende a 227,000. La cifra significa que unos 27,000 niños y niñas de este sectoraún no han recibido ni la primera dosis de la serie, que requiere dos dosis con 21 díasde diferencia entre una y otra.

“La orden ejecutiva pide que esté completado el ciclo de dosis (de la vacuna para que puedan tomar clases presenciales). Consultaré con el secretario de Salud (Carlos Mellado) para ver si los que comenzaron el proceso (devacunación) podrían ir”, sostuvo Pierluisi, quien dijo, no obstante, que esa directriz fue emitida hace más de un mes, dándoles a los padres el tiempo suficiente para que vacunaran a sus hijos.

El gobernador recordó que las únicas excepciones a su orden son por razones médicas o religiosas debidamente validadas. Señaló que a los que no cumplan se les dará la alternativa de continuar clases de forma remota.

“La vacunación es indispensable. Decir que la vacuna falla no es justo. La vacuna con el tiempo pierde efectividad. Por eso, es importante el refuerzo”, sostuvo.

De hecho, el gobernador anticipó que el próximo jueves anunciará una ampliación alos mandatos del refuerzo de la vacuna que ha estado ordenando en distintos sectores del país.

“El refuerzo sí funciona y es importante estar protegidos, particularmente los de más edad”, dijo, al lamentar la cantidad de adultos mayores que diariamente se reportan entre las fatalidades de COVID-19.

Hoy, se informaron 42 muertes por el virus, la cifra más alta reportada en un día en Puerto Rico por esta condición. Ya suman 3,673 las muertes por COVID-19 en la isla. De las 42 reportadas ayer, 38 eran de personas de 60 años o más, incluyendo un hombre de 101 años.

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— 🎶Suno🎶 Wed May 12 12:10:06 +0000 2021

El gobernador le hizo un llamado a la población a que se deje llevar por la ciencia y la medicina, no por cuestiones ideológicas o religiosas vinculadas a la vacuna. Destacó que para que una persona se considere completamente vacunada contra el COVID-19 implica que también tenga el refuerzo (tercera o segunda dosis, según la marca).

Sobre personas que cuestionan la validez de la vacuna como protección del virus, Pierluisi dijo que la mayoría de los que se complican por la condición y requieren hospitalización o mueren son adultos mayores o personas con su sistema inmune comprometido. Comentó que lo que se ha observado es que los que tienen el refuerzo y se contagian suelen presentar síntomas leves.

Según el Informe de Vacunas, al 21 de enero, 947,703 personas en la isla tenían el refuerzo de la vacuna.

Por otro lado, el secretario designado de Educación, Eliezer Ramos Parés, aseguró ayer que las escuelas tienenmateriales de higiene y protección, así como el conocimiento de qué hacer para tratar de prevenir contagiosCOVID-19 en los planteles.

“Sabemos que el COVID va a estar llegando (a las escuelas), lo importante es saber qué hacer (para controlar las infecciones que surjan)”, dijo.

Mientras, Jessenia Candelaria, de Guaynabo, llevó ayera sus hijos Jomar, de 14, y Lyan, de 17, a ponerse el refuerzo de la vacuna en la clínica del Parque Central.

“Él (Jomar) tuvo un amigo que se contagió y estuvo en ventilador y todo, pero ya está bien”, dijo Candelaria, al elogiar la forma en que se vacunaron sus hijos en la clínica, sin tener que bajarse del carro.

María Cora, de Toa Baja, también llevó a su hijo, de 5años, a recibir la primera dosis de la vacuna.

La enfermera Jesslian García contó que, al mediodía de ayer, solo unos 10 a 12 menores habían acudido a vacunarse allí.

“No ha venido mucha gente. Lo que ha llegado es más adulto por el refuerzo”, indicó el enfermero Miguel Rivera.