Por Eduardo Limón
Tal vez hablar de mochilas para hombre sea un poco extraño hoy, aunque no debería. Sí, hubo un tiempo en que éstas eran un objeto estrictamente dedicado a las niñas y niños de todo el mundo, y nadie más. Las mujeres tenían sus bolsos; los hombres cargaban sus pertenencias en portafolios. Incluso esta distinción se daba, por supuesto, en los roles que cada género desempeñaba hace cincuenta o más años sobre la Tierra. Ellas transportaban sus cosméticos y demás artículos personales. Nosotros llevábamos importantes papeles de negocios. La niñez no tenía más que llegar a la escuela con todos sus cuadernos y libros. Pero no más, porque este esquema logró que ahora, en pleno siglo XXI, pensemos que un hombre usando mochila es por completo incoherente y hasta infantil. Nada más equivocado.
Estamos en la era donde todos podemos usar lo que se nos venga en gana. Bolsos, faldas y maquillaje se han abierto lugar entre la masculinidad. ¿Qué de extraño podría tener hoy una mochila? Especialmente después del 2020, cuando llevar con nosotros un repuesto de cubrebocas, sanitizante y gel antibacterial se ha convertido en cosa de todos los días.
Por ello, fáciles y simples pasos para que elijas la mejor de entre todas las mochilas para hombre posibles. Para ti y para cualquier ser humano, de hecho. Así que agudiza tu mirada y presta atención sin miedo a vulnerar tu masculinidad o cualquiera de esas cosas que ya no deberían preocuparnos al elegir nuestro armario.
Primero, establece para qué la comprarías y cómo es que la estarías usando. Quizá necesites un modelo multitarea para los viajes diarios a la oficina y al gimnasio; lo que se traducirá entonces en características funcionales muy específicas.
Después, evalúa la importancia de la ergonomía frente a la estética. ¿Vale más la comodidad que la vista sobre el bolso, o viceversa? Podrías buscar un estilo sofisticado que combine con sastrería, así como un buen desempeño en ambientes más informales.
Siempre piensa que el cuero se verá elegante por sobre todo lo demás, y que la lona o algodón son texturas alegres que van mejor en situaciones muy casuales. Por otro lado, las de nylon son multifacéticas y algo sofisticadas. Piensa que las mochilas y los bolsos deben ser coherentes con tu personalidad (y actividades).
Perfecta para el invierno por su tono y su textura. ¿Podría ser más mágica? Tal vez no. Hecha de lana de fieltro táctil reforzada con cuero para darle estructura, es lo suficientemente espaciosa para una computadora portátil. Además, su estructura tiene todo lo que se necesita para una tarde de movimiento, sin sacrificar absolutamente nada de la elegancia requerida para esta temporada.
Para las almas disidentes. Esto es lo que pasa (y lo que se necesita) cuando una backpacktradicional no es lo que necesitas. El bohemio bolso Anton de Loewe, confeccionado en piel holgada y con un corte asimétrico, es un respiro ante lo clásico.
Una herencia del diseño que no puedes ignorar. Si tu personalidad es un tanto vintage y cool a la vez, necesitas esta forma tradicional de los años cincuenta en cuero con paneles de lona y logo en jacquard, correas tricolores, y un logo de GG en tono dorado. Ejemplo palpable de por qué esta marca se convirtió en la favorita de los millennial.
Fundamental en el guardarropa de todo hombre que sea consciente del mundo en que vivimos hoy. Prada, la marca más influyente en el mundo de la moda, ha logrado que el nylon reutilizado sea todo un gran concepto y una experiencia. Muestra fundamental es esta mochila.
Las mochilas de una sola correa son algo que llegó con esta década y que estaremos viendo por un largo tiempo. Especialmente para primavera verano 2022. Éste es un bolso para viajar liviano y guardar una buena dosis de elegancia en el día a día.
Sin minería ni Portezuelo, nace en Malargüe una empresa que produce vino
Adiós a Carlos Marín: así es el patrimonio y la fortuna que deja el cantante de Il Divo
Récord de mujeres afiliadas a la Seguridad Social, pero temporales y con bajos salarios
Ceviche a Recoleta y medialunas para funcionarios: la apuesta de los trabajadores de la Villa 31 para vender fuera del barrio