Relojes clásicosEs tiempo de que dejes los smartwatches para tus carreras matinales y uses una clásica maquinaría el resto de las tardes.
Por Eduardo Limón
Los relojes para hombre son, más allá de una útil herramienta, un símbolo de estatus y estilo a donde quiera que vayamos. Los hay de distintas formas, de muy diversos materiales, de tecnologías variadas y de diseños distintivos. Técnicamente, hay uno para cada tipo de hombre en este mundo. Y por supuesto que los smartwatches forman parte de este gran universo; sin embargo, llega un momento en que estos no cumplen ni con la personalidad ni con el poder para complementar nuestros looks más distinguidos. Por supuesto que son maravillosos y necesarios, pero aceptémoslo: tienen mucho más sentido mientras hacemos nuestras rutinas de ejercicio, que cuando queremos llevar un traje realmente impactante a una cena de negocios.
¿Cómo fue que los hombres llegamos a este culto hacia los relojes? Que nos empezamos a maravillar por su maquinaría y a dotarles de tantísima energía, cuando queremos lucir sofisticados y verdaderamente atractivos (¿?). Repasemos un poco el pasado.
No fue hasta el estallido de la I Guerra Mundial que el reloj de pulsera se comenzó a pensar como un auténtico accesorio para caballeros; muy poco antes, éste era exclusivo para las mujeres. Sin embargo, en el medio de la batalla los soldados descubrieron que no tenían tiempo para buscar un reloj de bolsillo y así fue como nacieron los primeros modelos para hombre. Después de la guerra, esta nueva forma de llevar un reloj pasó al uso común —por obvias razones—, aunque esto causó que en un principio que la gente calificara esto de ridículo o de tendencia tonta. Finalmente, pasó el tiempo y los relojes de pulos masculino se convirtieron en la norma.
Hoy, los relojes de bolsillo son prácticamente obsoletos; así de grande fue este uso “extravagante” o “irrisorio". Y muchos dirían lo mismo de los clásicos de pulsera frente a la posibilidad de tener un smart o de gozar todos los beneficios que significa tener un teléfono en el bolsillo. No obstante, esto jamás podría compararse y estamos a punto de darte cinco excelentes razones para que lo notes e implementes.
Buscar tu teléfono al interior del pantalón, revisar la hora y devolverlo a su lugar es muy aparatoso. Por otro lado, un vistazo rápido a tu muñeca es una forma mucho más elegante de ver la hora durante una cita o una reunión. Lo cual, por cierto, puedes hacer de una manera discreta y sutil; de lo contrario, podría parecer que te urge salir del lugar en donde estás. Un punto extra a tu cordialidad y a no verte sumamente grosero frente a los demás.
Además, estos facilitan que puedas mostrar tu sentido del estilo. No importa si su correa es de cuero o de metal. Son una forma de expresión que refleja un toque de audacia, aventura, moda, arte, espíritu deportivo… Lo que tú decidas.
Unreloj complejo está diseñado con características que van más allá de mostrar la hora. Entre las complicaciones relojeras —como se le llama a estos avances tecnológicos y y funciones mecánicas— que resultan más populares podemos encontrar el cronógrafo, que permite que el reloj funcione como un cronómetro; y la complicación de la fase lunar, que muestra dónde está la luna en su ciclo con respecto a la Tierra.
Una de las grandes ventajas de los relojes para hombre, especialmente sobre un teléfono inteligente u otro dispositivo electrónico, es cuánto tiempo puede funcionar. Muchos relojes clásicos están hechos para ser autoalimentados mediante el movimiento o para usar una pequeña cantidad de energía de una batería. Lo único por lo que debes preocuparte es por su diseño y que sean acorde a tu edad o estilo.
Si optas por un reloj de lujo o clásico, aunque sea de serie, debes saber que lo que tienes en tu muñeca es un símbolo de tradición e historia convertido en una obra maestra. Un objeto de extrema artesanía. No queremos ser exagerados, pero es muy probable que lleves una obra de arte contigo; algunas casas relojeras tienen cuatro artesanos trabajando en un solo ejemplar durante varios meses, creando piezas complejas de tecnología mecánica a mano. Hay marcas que tienen a un artesanos trabajando sobre una pieza específica durante todo un año. ¿Cómo llamarías a eso si no grandeza artesanal?
Una de las mejores razones para llevar un reloj es seguir una tradición. ¿Heredaste un reloj de tu padre, de tu abuelo o de un amigo? Los relojes son también un legado; y no, no necesariamente tienen que valer una mini fortuna —o una grande— para que sean auténticamente valiosos. Basta con que transmitan un momento, un recuerdo o los valores que eran importantes para tu familia o para ti hacia otra persona.
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