Cómplices y muy sonrientes. Esta semana, la revista Lecturas publica en exclusiva unas fotografías en las que se puede ver así a Joaquín Prat y Cecilia Gómez mientras comparten una velada en la noche madrileña. Aunque por el momento parece que el presentador y la bailaora solo son buenos amigos, lo cierto es que ambos están solteros y no habría ningún impedimento para que esa amistad se convirtiera en algo más si ellos así lo quieren. Se conocieron en 2018 al coincidir en una gala que presentaron juntos y desde entonces son amigos.
El hijo del mítico Joaquín Prat confirmaba nada más terminar el verano su separación de Yolanda Bravo después de 12 años de relación y que es además la madre de su hijo. Por su parte, Cecilia, artista reconocida en medio mundo, no ha tenido mucha suerte en el amor en los últimos años y ha tenido que vivir una serie de desilusiones, la última, hace apenas unos meses al cancelar su boda tres meses antes del gran día.
Conocida como una de las bailaoras de flamenco de mayor prestigio en nuestro país, Cecilia ha trabajado de la mano de figuras como Sara Baras y después logró montar su propia compañía con la que ha llevado a cabo espectáculos en los que ha rendido homenaje a personajes tan famosos con la duquesa de Alba o la artista mexicana Chavela Vargas. También ha creado su propia marca de ropa flamenca y ha colaborado como jurado en varios programas de talentos en Canal Sur.
En los asuntos del corazón, parece que la bailaora, de 47 años, no ha tenido tanto éxito como en el plano profesional. Desde hace años, Cecilia también protagoniza, pese a la discreción que siempre ha tratado de mantener, algunos reportajes de la prensa rosa. Sin duda, el romance más comentado y que más dio que hablar fue el que mantuvo con el torero Francisco Rivera. Mantuvieron una relación sentimental en el año 2009 mientras ella preparaba el espectáculo sobre la duquesa de Alba. Su amor duró apenas doce meses. En 2011 declaraba en Telecinco que no hubo terceras personas en su ruptura y que mantenía una buena relación con el torero, aunque también revelaba: "Lo pasé muy mal por la fama de mujeriego de Fran".
Aunque en un principio terminaron siendo buenos amigos e incluso él fue su representante durante un tiempo, poco a poco su relación se enfrió hasta terminar siendo prácticamente inexistente. "La relación entre Fran y yo es inexistente. No tenemos ningún tipo de contacto. Nada", explicó en 2014 en LOC. "Cuando finalizamos nuestro noviazgo como pareja entonces comenzó a representarme, pero esta relación contractual duró muy poco porque para ser representante de artistas hay que dedicarte casi en exclusiva y él estaba de un sitio a otro por su trabajo. Esa segunda relación, la laboral, tampoco fue a ningún sitio", añadía Cecilia Gómez.
Poco después de terminar con el torero e hijo de Carmen Ordóñez, en el verano de 2013, la bailaora sorprendió posando en un photocall con su nuevo amor. Se trataba del ex gimnasta olímpico Jesús Carballo. El deportista fue medalla de oro en los campeonatos del mundo de San Juan (Puerto Rico, 1996) y Tianjin (China, 1999) en la modalidad de barra fija. Ambos se habían conocido a través de amigos comunes en la gala del centenario del Comité Olímpico Español y formalizaron su relación de manera pública en una cena benéfica organizada por la Fundación Lucas Koch donde posaron de lo más sonrientes. Incluso se fueron a vivir juntos poco tiempo después, pero al igual que con Francisco Rivera, su romance hizo aguas tan solo un año después de haber comenzado. "Ha sido una decisión muy meditada y es definitiva", confirmaba ella al respecto en la revista Diez Minutos.
El empresario Carlos Sánchez Arenas fue otro de los amores de la bailaora. Además, salió durante ocho meses con Emiliano Suárez, heredero de la famosa joyería de lujo. En mayo de 2015, Cecilia aseguraba que había sido "una de las sorpresas de la vida" haber conocido a al empresario, con el que posó en la inauguración de una terraza en Madrid. "Emiliano es una persona muy especial. No esperaba encontrar a alguien y de pronto surgió", comentó entonces. El flechazo parecía que seria algo más que un amor de verano. "Emiliano me motiva a tener planes de futuro con él, aunque llegó cuando menos lo esperaba. Me había convencido a mí misma de que tenía que tener una etapa para estar sola, pero cuando nos conocimos teníamos claro que no lo íbamos a dejar escapar", dijo ella dos meses después de comenzar su relación y después fue el joyero el que asistió a la presentación de su nuevo espectáculo en la capital.
La pareja parecía feliz e ilusionada y muchos pensaron que lo suyo sería amor para toda la vida, pero apenas siete meses más tarde, Vanitatis confirmaba que habían roto. En un primer momento se dijo que era solo un bache sentimental, pero semanas después se pudo ver que la ruptura era definitiva y que llevaban ya días separados. Tras esta nueva desilusión, la artista mantuvo un romance con el torero madrileño Iván Vicente en 2016. Les vimos pasear juntos por la calles de Madrid, regalarse besos en El Retiro y ella fue a verle torear a Las Ventas. Pero como en las ocasiones anteriores, lo suyo duró solo una temporada.
Este contenido no está disponible debido a tus preferencias de privacidad.Actualiza tu configuración aquí para verlo.Cuando menos lo esperaba, Cecilia Gómez volvió a sentir mariposas en el estómago y creyó haber encontrado a su príncipe azul. Durante el confinamiento en 2020, Cecilia se puso en contacto con el cirujano Marco Vricella, ex marido de la presentadora Sonia Ferrer, para hacerle una consulta médica. Se habían conocido unas semanas antes y después de ese mensaje, la pareja inició una relación en la distancia (no se podía salir de casa por el estado de alarma). Su amor fue tan fuerte que pocos meses después de ese primer contacto decidían irse a vivir juntos. Para la artista, Marco fue un rayo de luz y el hombre que le hizo creer de nuevo en el amor. Estaba feliz y muy ilusionada.
Y uno de los mejores momentos en sus vidas llegó a finales de 2020 cuando el cirujano le pidió matrimonio en Roma durante una escapada romántica. Ella presumía de anillo de compromiso en sus redes sociales y anunció a bombo y platillo que el enlace se llevaría a cabo en junio del año siguiente. Pero sus planes se vinieron abajo de manera repentina y en marzo, tres meses antes de la fecha prevista para la boda, Cecilia anunciaba por sorpresa que había puesto punto y final a su relación con Marco. "Sabéis que he tenido relaciones y rupturas, más o menos, públicas. Nunca he entrado en detalles, se hayan portado conmigo bien o no. Pero esta vez es distinto", decía muy disgustada ella en una exclusiva en la revista ¡Hola! "Voy a ser lo más sutil posible y voy a hablar de lo que yo he sentido. No voy a acusarle de nada. Cada uno ya que interprete lo que quiera. Para mí, esto es un impostor", añadía rotunda.
Parece que la felicidad que vivió la bailaora se torció cuando empezaron a convivir. "Ahí salen unas actitudes de Marco que, como mujer, no me encajaban. En un principio, quería excusarle y pensar que estábamos en un proceso de adaptación, de convivencia, pero que necesitábamos nuestro tiempo... Pero, en vez de mejorar, las cosas fueron a peor", explicaba. "No hemos tenido discusiones porque la comunicación no ha sido fluida. Ha sido el trato. No me he sentido respetada. Me ha llegado a decir: "Si no cambias, no hay boda. Y tú no me sirves como mujer para lo que yo quiero". Palabras textuales. No hay que perder el respeto. Y no me he sentido respetada", revelaba en la citada publicación. "Yo no puedo ser lo que él considera que es mi cometido como mujer, dentro de una casa y una familia, porque mi concepto es otro (...) Si te ves metida en una espiral de cosas de la que no sabes cómo salir, hay que ser valiente e irse. Fuera miedos, fuera vergüenza (...) No puedes decir a una persona que no es completa porque no sabe o no entiende ciertas cosas porque no es madre".
Este contenido no está disponible debido a tus preferencias de privacidad.Actualiza tu configuración aquí para verlo.Además, Cecilia dejó claro que fue él el que rompió la relación. "Cuando vio que yo no me iba a comportar como él consideraba, me dijo que me marchara cuanto antes. Llevaba unas semanas sin hablarme y compartiendo techo", expresó y concluyó asegurando que entonces estaba aún tratando de salir del shock que le había producido la dolorosa ruptura y más a las puertas del altar. Sin duda, es última decepción fue un momento muy complicado para Cecilia Gómez. El verano lo pasó en compañía de sus grandes amigos y de su familia y parece que ahora, la compañía de Joaquín Prat, al menos como amigo, le ha devuelto la sonrisa. Solo el tiempo dirá si esa amistad es algo más o no.
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