Estos días hubo una postal que se viralizó y fue la del desierto de Atacama, donde montañas de ropa se alzan en el desolado paisaje. Se trata de unas 59.000 toneladas anuales que ingresan por la zona franca del puerto de Iquique, a 1.800 km de Santiago.
Se trata del cesto de basura de la ropa fabricada en China o Bangladesh y comprada en Berlín o Los Ángeles. Esta ropa “de segunda mano” o de temporadas pasadas de cadenas de moda rápida terminan como basura escondida desierto.
En Argentina, existe una resolución que prohíbe la entrada de ropa usada, pero vence en 2022. Según el movimiento Fashion Revolution Argentina, si no se renueva“estamos a pasos de convertirnos en Chile, Guatemala, México y muchos países más que compran ropa usada del norte global de la cual solo el 30% es útil para volver a usar”.
Uno de los grandes dramas de nuestro país en relación a procesos de la industria textil quetienen consecuencias graves sobre la calidad del aire es el caso del cuero. Es uno de los más significativos, su tratamiento para ser utilizado en la marroquinería y el calzado, requiere de procesos que pueden ser altamente tóxicos para las personas que trabajan en su producción, para la tierra, el agua y el aire por las emisiones que se generan de amoníaco.
Aunque la ecuación no es tan sencilla sobre qué contemplar para medir la contaminación, hay algunos acuerdos. Partiendo desde la fabricación del material, hasta su utilización y su durabilidad, un material que en su fabricación puede ser nocivo, luego puede tener una vida útil más larga. Luego está la discusión de qué genera menos impacto ambiental, si un material que tiene menor vida útil pero que tiene un menos impacto en su fabricación o al revés. También es cierto que para todos los materiales. Incluso algunos otros materiales que en apariencia son más amigables también generan una gran contaminación.
Day Two at the #BuildShow2018.Come and see the Credit Insurance experts on stand: C323 to understand how to prote… https://t.co/XhorMveztm
— Xenia Broking Wed Oct 10 08:22:26 +0000 2018
Volviendo al cuero, en Argentina las curtiembres y la contaminación que causan, son históricas. Aunque se encuentran en distintos puntos del país, el caso del Riachuelo es de los más conocidos. Con el tiempo se sumaron diferentes causas, pero sus aguas están contaminadas hace décadas principalmente por la actividad de curtiembres. También existen otros resonantes como las de La Rioja donde el problema socioambiental es tan grave como invisible.
Elegir cueros sintéticos. Cada vez hay más alternativas de calidad y duraderas. Hay de dos tipos, de plásticos derivados del petróleo cuyo proceso de degradación es tan complejo como el de muchos plásticos, aunque por otro lado generan menos desperdicios y su fabricación cada vez está más optimizada y logran mejores resultados en cuanto a resistencia y durabilidad. La otra opción, menos frecuente en nuestro país, es el sintético derivado de fuentes vegetales como la pulpa de madera u hojas de piña entre otros. Todavía su fabricación es compleja y costosa, y en el caso de Argentina las marcas tienen que importarlo pero su demanda y producción va en aumento con resultados tan buenos como el cuero tradicional.
Optar por textiles y accesorios de origen vegetal. Desde las opciones tradicionales como el algodón o el lino que son resistentes, duraderos y amigables con la piel, hasta el bambú, el yute, el caucho, el cáñamo y el mimbre son materiales que cada vez tienen mayor aceptación en la fabricación de accesorios e indumentaria.
Priorizar la innovación. Cada vez más marcas apuestan por experimentar y proponen nuevos textiles y diseños que colaboran con la reducción en la utilización de procesos y productos contaminantes. Desde crear a partir de textiles recuperados como descartes de tapicería o fábricas de blanquería, pasando por el algodón orgánico o el bambú, incluso el cuero reciclado o sachet de leche, bolsas plásticas, parapentes, neumáticos, etc.
En todos los casos, elijamos o no cuero, lo más sustentable para el aire es optar por prendas y accesorios durables. A veces el cuero resulta ser una buena alternativa porque apoyamos a productores locales, comunidades artesanas y porque es más durable y resistente que otros materiales. También puede adquirirse de segunda mano o reutilizar algo que estaba perdido en el armario, lo que significa que no se dispuso energía ni recursos para producir algo de cero. Lo que hace a una prenda más ecológica, independientemente de su material, es su durabilidad y cuánto la cuidemos.
48 Mejor parka para frio extremo en 2021 Basado en 7300 Comentarios
Coronavirus México 4 de julio; resumen de las últimas noticias, contagios y muertes
Bertín Osborne le suelta un zasca a Pablo Motos por 'El Hormiguero': "No te gastas el dinero"
Las mejores planchas de Amazon para conseguir una ropa impecable