Sin seguir las pautas que marca la moda, simplemente dejándose llevar por su creatividad y la inspiración que cualquier tela despierta en ella. Así es como trabaja Sherezade Delgado González. Sin prisas, disfrutando del proceso de crear con las manos esas prendas únicas que desde 2019 llevan el sello 'Eskuzemua'.

–Nunca te ha gustado seguir modas...

–(Ríe): Nunca. Cuando era pequeña mi madre y mi madrina solían llevarme a Francia a un montón de sitios a, como ellas decían, «ver ropa, solo a ver». Me encantaba ir con ellas a mirar. Cuando ya era algo más mayor, como en las tiendas no solía encontrar cosas que me gustasen, empecé a modificar la ropa. Entonces pensé, ¿por qué no hacer la mía propia?

–Así que has cosido toda tu vida.

–Sí, pero lo hacía como afición. Después, con 18 años, me fui a vivir a Barcelona y ahí conocí a mucha gente que confeccionaba. Les veía y me preguntaba cómo sabrían hacerlo así. Por eso cuando volví a Irun con 20 años me lancé a estudiar Patronaje, Confección y Moda en AEG Ikastetxea, en Donostia.

–¿Acertaste?

–¡Me encantó y me enamoró! También las prácticas que hice en el estudio de diseño Letitare, en Donostia, donde ayudé a crear una colección y a confeccionarla. Y después hice otro grado superior, esta vez de Trajes a Medida y Espectáculo.

–¿También te encantó?

–¡Muchísimo! Porque además trabajábamos con materiales diferentes y estudiábamos mucho la historia de la indumentaria. Con este segundo grado hice las prácticas con Antonio Pascual, que es un gran sastre y maestro de Donostia. Con él confeccionaba trajes a medida para hombres y también para la Tamborrada.

–Mientras tanto, ¿seguiste formándote?

–Siempre he seguido haciendo cursos y otras cositas por mi cuenta. Incluso gané el primer concurso 'Historias Hiladas' de la empresa Alfa, en el Museo Cristóbal Balenciaga. Después, a raíz de haber estudiado Patronaje Escalador, entré a trabajar como patronista en Loreak Mendian. Cambié el trabajo a mano por el industrial, pero esa etapa también se acabó.

–Y volviste a las manos...

–Sí. En 2019 conocí a Julen Zapirain, que ha creado dos marcas, Good People, de ropa, y Mr. Woodman, con la que realiza muebles y otras piezas de madera de todo tipo con material que encuentra en la naturaleza. Y fue él quien me animó a crear la mía.

–'Eskuzemua'. El propio nombre y su logo ya reflejan la importancia que le otorgas al trabajo manual.

–Julen también me echó un cable con esto, porque no era nada fácil. 'Eskuz' significa 'a mano' en euskera, que es como yo trabajo siempre y, al estar en la frontera, se nos ocurrió 'Eskuzemua' y nos gustó.

April is National Social Security Month. Your Social Security Number is an important piece of identification, but c… https://t.co/VFqOANY3zN

— IntroLend Mon Mar 23 20:05:05 +0000 2020

–Sin duda, es una marca con mucha personalidad.

–No suelo hacer piezas que encontrarías en una tienda, ni me gusta hacer muchas cosas con el mismo tejido, porque no quiero ir por ahí, no quiero hacer cien camisetas iguales, porque perdería mi esencia. Lo que yo hago son prendas únicas para gente que valora la artesanía.

–Quienes te conocen dicen que eres una verdadera apasionada de tu trabajo.

–¡Es que me encanta! Puedo pasar quince horas al día en mi taller maravillosamente.

–¿Cuál es la parte que más te gusta?

–¡Todas! (Ríe) Pero he de decir que soy una loca de las telas. Tengo muchísimas y siempre estoy buscando más. Voy a donde haga falta a por ellas, y también al revés: cuando estoy de viaje, siempre busco tiendas de tejidos. Recientemente he estado en Los Ángeles y por Francia. También me las mandan desde Senegal.

–Así que hay dónde elegir...

–¡Sí! Y si no encontramos la que guste al cliente, la creo. Me gusta mucho estampar las telas utilizando patatas, limones o lo que pille.

–¡Creatividad al poder!

–Me encanta experimentar, los retos y los proyectos diferentes. Y es ver una tela y ya se me ocurre todo lo que podría hacer con ella. ¡He llegado a hacer un abrigo con un hule de mesa!

–¿Qué tipo de encargos suelen hacerte?

–De todo. Desde vestidos de boda hasta vestuario para teatro. Ahora, por ejemplo, acabo de terminar un saquito para un escalador que me lo pidió para meter el magnesio. También hago alpargatas, coleteros, mochilas, bolsas de tela, gorros, bikinis... Incluso cojines, tapicería, cortinas y otro tipo de ropa de hogar para proyectos de Julen. Y ropa para videoclips.

–¿Para videoclips?

–Sí. Me gusta mucho la música, de hecho, de pequeña cantaba. Y quería mezclar esa afición con la costura. Así que encontré esa vía con gente que necesita vestuario para un vídeo. Para ello, primero estudio la canción, los temas que trata, y pienso cómo se sentiría cómoda esa persona en el videoclip. Y suelo utilizar tela reciclada, porque son prendas para un solo día.

–Quien quiera un 'Eskuzemua', ¿dónde puede encontrarte?

–Pueden escribirme por Instagram y Facebook. También por esas vías se puede pedir cita previa para venir al ShowRoom que Julen y yo tenemos en la calle Papinea de Irun, donde mostramos algunas de nuestras creaciones.

–¿Un deseo para el futuro de 'Eskuzemua'?

–¡Muchos! Tengo un montón de proyectos para el futuro, pero todavía no los puedo desvelar.