Siempre hemos dicho que nada tiene que ver la Marta Ortega de ahora, aquella que es desde que comenzó su relación con el hijo de Roberto Torretta, con la que era antes cuando estaba casada con el jinete y padre de su hijo, Sergio Álvarez. Su estilo ha cambiado radicalmente, es mucho más depurado, trendy y sofisticado, una de esas mujeres que nos inspiran cada vez que ponen un pie en la calle con una personalidad fashionista arrolladora. Pero Marta Ortega no solo ha dado un giro a su forma de vestir, su personalidad y actitud ante la vida se han transformado por completo, y en gran parte se debe a él, a su marido, Carlos Torretta, el verdadero motivo del cambio, estilístico y personal, que Marta Ortega ha experimentando en los últimos años.

Lo cierto es que desde que Marta y Carlos hicieron pública su relación, pocas han sido las ocasiones que les hemos visto separados. Siempre juntos y siempre la noticia es ella, sus looks made in Zara y su estilo, pero hemos de reconocer que nada de eso hubiera sido posible si Carlos no hubiera aparecido en su vida como un torrente de aire (y estilo) fresco.

El amor y una más que buena influencia estilística, la que evidentemente Carlos ha ejercido sobre Marta, son motivos suficientes para que la hija de Amancio Ortega irradie felicidad por los cuatro costados. Gracias, Carlos. Y como somos así, queremos darte las gracias como mejor sabemos: analizando tu personalidad fashionista, capaz de pasar del casual underground a convertirse en un dandy moderno, y revelar al mundo los motivos por los cuales todas deberíamos poner un estiloso Carlos Torretta en nuestras vidas.

De casta le viene al galgo, Carlos, hijo del modisto Roberto Torreta y de Carmen Echevarría, empresaria del sector, refleja en sus looks la influencia que la moda ha ejercido en él desde la cuna. Tanto es así que recogiendo un poco de aquí y de allá, el marido de Marta Ortega ha sabido componer su propia personalidad con un estilo único y muy diferenciado al resto de hombres de su edad. Uno de los encantos que estamos seguras enamoró a Marta Ortega.

Decimos que Carlos Torretta es capaz de pasar de la corriente más desenfadada y rozar el underground con mucha (pero mucha) clase y elegancia, y de pronto, enfundarse en un traje clásico, darle su rollo y transformarse, de la noche a la mañana, en el perfecto dandy del siglo XXI.

Todo sin despeinarse, ni soltarse su característica melena recogida de moño, ni mucho menos dar una imagen encorsetada en alguno de estos cambios de estilo que él domina a la perfección.

A Carlos le gustan los pantalones chinos en colores neutros como el beis o el blanco, siempre con sus inseparables zapatillas de deporte blancas, tiene de todas las marcas incluidas las codiciadas Golden Goose, pero también es capaz de dar ese carácter informal a un pantalón sastre de espiga con el mismo par de sneakers.

Huye de los jeans, de los estampados, los colores estridentes y las prendas de punto. En su defecto, en el armario de Carlos Torretta encontramos un arsenal de sudaderas, cientos de camisetas básicas de manga corta y alguna que otra camisa, siempre en blanco.

También sabe vestirse de etiqueta siempre bajo sus propias normas de estilo. Cumple el dress code sí, pero no es de llevar un esmoquin o un traje de chaqueta al uso. Adiós, corbatas y pajaritas. Y hola, pañuelos en el bolsillo y chalecos sastre. ¿Colores? No se sale de los clásicos: gris, azul marino, blanco y, como mucho, negro.

Si a todos estos ingredientes de estilo le sumas la discreción, sofisticación y elegancia que suelen acompañar a la figura de Carlos Torretta, es casi impensable que una mujer como Marta Ortega, y todo lo que ella trae consigo, no se hubiera fijado en él. Tanto es así que ahora juntos forman una de las parejas más estilosas de nuestro panorama celebrity. Outfits coordinados y una imagen común que derrocha estilo. Y todo (o en gran parte) se lo debemos a él, a Carlos Torretta, nuestro nuevo icono masculino.