Esta es la transcripción del vídeo.
Irene Kim: Playboy hubo un momento en el que estuvo en todas partes. Su edición más exitosa llegó a vender más de 7 millones de copias. A principios de los 2000, el logo de Playboy estaba por todas partes, desde joyas hasta tatuajes, y las conejitas se paseaban por todas las pantallas de cine e incluso en los reality shows. Pero Hugh Hefner murió, los clubes originales de Playboy han cerrado y las ventas de la revista se han reducido a menos del 4% de lo que solían ser. ¿Qué fue lo que pasó?
En 1953, el ex-escritor Hugh Hefner notó una demanda en las revistas para hombres. Reclutó a 45 inversores que reunieron 8.000 dólares (7.000 euros), un joven Hef estaba listo para lanzar lo que se convertiría en Playboy. Originalmente Hefner quería llamarlo Stag Party, pero fue rechazado por la revista Stag Magazine, así que un amigo suyo le sugirió el nombre de Playboy, y se quedó así.Fue le propio Hefner el que ideo el ahora icónico logo de Playboy. Pensó que un conejo de esmoquin sugeriría algo “bonito, juguetón y sexy”. Sin una oficina donde trabajar, Hef montó el primer número de playboy en su apartamento en la mesa de la cocina. En la portada y en la página central aparecía Marilyn Monroe. Pero Monroe nunca posó para Playboy. Hefner compró viejas fotos en las que Monroe había posado bajo un seudónimo, sin tener ni idea de que algún día serían parte del artículo de una revista. A la estrella nunca le pagaron por su debut en Playboy. Sin embargo, el primer número se publicó en diciembre de 1953. Fue un gran éxito, la revista vendió los 7.000 ejemplares a 0,50 dólares cada uno.
Hefner inmediatamente invirtió sus ganancias en Playboy, ampliando su personal. La distribución creció rápidamente, en parte debido a la falta de competencia de la revista. Pero no solo fue Playboy una de las primeras en publicar fotografías a color de mujeres desnudas, sino que fue el concepto de Playmate lo que la diferenció del resto. Cada número presentaba a la “Playmate del mes”, comenzando por la entonces novia de Hefner y empleada del departamento de suscripciones Charlaine Karalus, alias Janet Pilgrim. Hefner describió a las Playmates como mujeres podrían ser “la nueva secretaria de tu oficina” o la “chica que te vende camisas y corbatas”. En otras palabras, una mujer normal que podrías conocer en la vida real, no una modelo profesional y distante. Los diseños de las fotos eran sugerentes, con la Playmate revelando cada vez más hasta mostrarse completamente desnuda en la página central.
A finales de los años 50, la revista vendía un millón de copias al mes. Y aunque era un chiste popular afirmar que uno solo se compraba Playboy por los artículos, la revista estableció una reputación de excelencia literaria, publicando entrevistas en profundidad con todo tipo de iconos culturales y extractos de escritores muy valorados como James Baldwin. Incluso cuando se lanzó un verdadero competidor, Penthouse, Playboy se mantenía en la cima, con ventas de impresión que alcanzaron los 7,1 millones de ejemplares en el número de noviembre de 1972. Playboy obtuvo 12 millones de dólares (11 millones de euros) de ganancias ese año. Eso son 72 millones de dólares (66 milllones de euros) de hoy en día. Playboy creció para ser más que una revista, era un estilo de vida. Hefner expandió Playboy Enterprises para incluir los Clubs Playboy, diseñados para encarnar el glamuroso y lujoso estilo de vida comercializado por la revista. 50.000 miembros se unieron al Club Playboy original en Chicago en su primer año. Pronto, habría 23 clubs Playboy en todo el mundo.
Bobbie Walters: era un lugar increíble en el que estar. Era mágico.
Kim: ella es Bobbie Walters. Trabajó como conejita en el Club Playboy en Nueva York, y más tarde, en Miami.
Walters: en Nueva York había 100 chicas. Había seis pisos diferentes. Así que podrías disfrutar de un espectáculo, disfrutar de una cena gourmet, podías bailar al ritmo de la música disco o bajar al bar Playmate y tomarte una copa.
Kim: en cuanto a lo que era trabajar como conejita.
Walters: la formación duraba una semana. Una vez llegábamos al Club Playboy y nos llevaban a la pista, aprendíamos a hacer el Bunny Dip.
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— Michael Saylor Wed Nov 18 16:15:55 +0000 2020
Grabación: Bien, una vez más, veamos el Bunny Dip.
Walters: lo cual es algo extremadamente ridículo porque estás sobre tacones de 15 centímetros, inclinada hacia atrás, sirviendo licor.
Kim: las conejitas tenían que seguir estrictas reglas dictadas en su manual de la conejita.
Walters: te decía todo sobre las normas, las reglas, cómo se suponía que te tenía que quedar el disfraz.
Kim: las conejitas también tenían un saludo específico para los invitados.
Walters: te acercabas a la mesa lentamente, ellos solo te miraban, “Oh, Dios mío, ahí está mi conejita”, y luego te terminabas acercándote a la mesa y les tenías que decir, “Buenas noches, soy tu conejita, Bobbie”.
Kim: y las conejitas eran lo que realmente atraía a la gente a los clubes,
Walters: podrías conseguir un whiskey con soda en cualquier lugar, pero no podías ver a una conejita de Playboy allí.
Kim: pero los 750.000 miembros del Club Playboy y los 60 millones de revistas vendidas no durarían para siempre. A pesar de su temprano éxito, todos los clubs de Playboy cerraron en 1986. Habían estado perdiendo dinero durante años. El cambiante clima social y político cambió la percepción pública de los clubes. En lugar de ser algo atrevido, ahora eran vistos como degradantes para las mujeres. Y el auge de la pornografía en los años 80 le dio a la revista impresa una seria competencia. A medida que revistas como Stuff y Maxim entraban en el mercado, la distribución siguió disminuyendo durante los años 90. Playboy también cometió el error fatal de no moverse a Internet lo suficientemente rápido. Con el boom de internet, las búsquedas online de Playboy literalmente generaban anuncios a sus competidores. Playboy trató de compensar sus pérdidas con la concesión de licencias de su logotipo de marca registrada. Se vendieron miles de millones de dólares en merchandising con el logo del conejo. El merchandising de Playboy tuvo un éxito especial en Asia, sobre todo en China, a pesar de las leyes que prohibían la venta de la revista en ese país. Pero no fue suficiente. Las altas cifras de ventas solo generaron pequeños ingresos por concepto de licencias para Playboy. Hefner trató de revivir su imperio con una aventura en el mundo de los reality shows. En 2005, se apuntó a un reality show en E! que seguía su vida con sus entonces tres novias: Holly Madison, Bridget Marquardt, y Kendra Wilkinson. The Girls Next Door se emitió en más de 150 países de todo el mundo y duró seis temporadas. Hizo de Hef y Playboy una parte visible de la cultura pop de principios de los 2000. A pesar de su declive, Playboy ayudó a lanzar carreras tan exitosas como las de Pamela Anderson y Anna Nicole Smith, mientras que estrellas como Naomi Campbell y Madonna aparecieron en su portada. El presidente Donald Trump está particularmente orgulloso de su portada de Playboy. Pero cuando la compañía subió sus archivos a Internet, ya era demasiado tarde. Cuando Hefner falleció en 2017, Playboy parecía ir sin rumbo y los inversores habían estado perdiendo dinero durante décadas. Con la distribución más baja de todos los tiempos y pérdidas de 7 millones de dólares al año (6 millones de euros), la revista se redujo a una publicación trimestral. Pero parece que esto no ha acabado para Playboy. En septiembre de 2018, el Club Playboy de Nueva York reabrió sus puertas, con camareras vestidas de conejitas, y la revista está cambiando de imagen para atraer a una generación más joven. En el número del verano de 2019 no aparecen ni modelos, ni actrices sino tres activistas. Las mujeres también juegan ahora un papel importante detrás de la cámara. Es un claro contraste con los orígenes de Playboy, cuando las mujeres tenían muy poca autonomía. Aún está por verse si los esfuerzos de Playboy por ser más autónoma pueden salvar la revista. Muchas cosas han cambiado desde que Hugh Hefner comenzara con Playboy, y no está claro si sobrevivirá. Pero siempre quedará el logo, y ese es un legado de miles de millones de dólares.
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