Fue el intendente, Juan Manuel Ojeda, quien a través de sus redes sociales dio a conocer -días atrás- que por primera vez en Malargüe hay quienes están realizando "una producción de vino desde sus propios viñedos". Es que el departamento no hay prácticamente producción vitivinícola. Así es que la noticia cobró fuerza con rapidez.
Para conocer más al respecto, Memo charló con Juan Gabriel Montanari, una de las personas a cargo de la novedosa iniciativa. También, el hombre que nació en General Alvear pero que vive hace más de tres décadas en Malargüe, brindó su visión como comerciante del difícil momento que está atravesando en esa geografía del sur provincial.
Para comenzar por el principio, Montanari contó una pequeña historia. "Tenemos un negocio de venta de materiales de construcción en Alvear y en Malargüe. También plantaciones de álamos, forestaciones en Alvear. En Malargüe el negocio nos quedó chico y tuvimos que salir a buscar un predio más grande, que es de cinco hectáreas", empezó narrando.
Y siguió: "La idea era usarlo para descargar los camiones cuando vienen con mercadería. Como hacemos capacitaciones para el personal y tenemos varios convenios con empresas multinacionales para eso, hicimos un salón de reuniones. Tiene tres ventanales que dan hacia la montaña. Un día vino mi suegro y nos dijo que le gustaría ver una hilerita de viña para recordar lo que teníamos en Alvear. Le dijimos a un amigo de Tupungato, Cristian Tumbarello, y apareció un día con más de 300 plantas. En ese momento, nos dijo que era todo bonarda".
Luego de eso, siguió relatando quien está detrás de Chichino (nombre que eligieron en honor al fallecido suegro, que fue un "hacedor de sueños"), tuvieron que tomar una decisión porque eran muchas más vides de las que habían pensado y el terreno, si bien alcanzaba para todas, no estaba preparado: "Nosotros sólo pensábamos poner 10 o 20. Había que restructurar la idea y el terreno. Nos salieron 21 hileras de más o menos 20 metros cada una de largo".
Allí, siguió relatando el sureño, empezaron efectivamente a desarrollar el incipiente viñedo que finalmente quedó en 240 plantas de vid. Todo esto comenzó en 2018 así que con el pasar de los años han ido sumando más plantaciones a su pequeña finca. La sorpresa, recuerda, fue cuando salieron los primeros racimos porque no sólo había bonarda, también malbec.
"Un amigo nos ofreció hacer un vino patero. Porque de hecho en Malargüe sí hay vides y las familias lo preparan para consumo casero, pero hasta ahora no se había industrializado", remarcó Montanari.
-¿Cuántos vinos están produciendo actualmente?
-El año pasado sacamos 350 kilos de uva. Carlos Lalic, que tiene bodega, se llevó unas muestras. La idea nuestra era que lo mezclara con uno de Alvear y sacar mayor cantidad de litros. Pero él quiso hacer algo exclusivo de Malargüe. Con esa cosecha obtuvimos 120 botellas de 750 centímetros cúbicos cada una. Es una producción limitada.
-Surgió como un emprendimiento familiar y entre amigos entonces...
-Sí, además de la familia entre los amigos han ido aportando y nadie ha cobrado nada. Una sobrina nos diseñó la etiqueta, otro amigo la imprimió y no nos quiso cobrar tampoco. Realmente no pensamos que iba a ser un vino de tan buena calidad, ha gustado mucho.
-¿Ya están inscriptos en el Instituto Nacional de Vitivinicultura?
-Como se fue dando todo y como nos gusta manejarnos a nosotros, lo inscribimos en el INV. Vinieron a hacer la inspección. Fue ahí cuando detectamos que el 50 % de las plantas son bonarda y el 50%, malbec. Así que lo que elaboramos fue un blend.
-¿Cuál es la proyección para 2021, van a comercializarlo?
-Las 120 botellas que hicimos ya se nos están acabando pero claro que la idea es aumentar la producción. Nos pasaba que el malbec maduraba antes que el bonarda, lo cual nosotros no sabíamos que era así, y demorábamos en cosecharlo. Así que este año cuando esté el malbec lo vamos a cosechar y elaborar.
Con lo cual, pensamos que la producción para este año será más grande. Porque también queremos poner más plantas y comercializarlo. Incluso hay restaurantes que nos han pedido la exclusividad.
-Inevitable consultarle por la situación que está viviendo Malargüe que no logra avanzar en proyectos que generen fuentes de trabajo. Reclaman que no pueden hacer minería, Portezuelo del Viento tampoco por el momento. ¿Qué lectura hace usted que hace más de 30 años vive allí?
-Mi hijo es licenciado en Gestión Ambiental, tengo un panorama sobre el tema. Nosotros no estamos en contra de la minería, de hecho hay yeseras que venden muchísimo a granel y para el sector agrícola. Hay fábricas mineras trabajando en Malargüe. Lo que no queremos, y entendemos las protestas en ese sentido, es que las megaempresas que vienen no le dejen nada al departamento.
En definitiva, eso hace que no se haya crecido como debiera ser. Una empresa que produjo hierro muchos años, lo mandaba a Alemania. Yo considero que en Malargüe hay que diversificar la producción. Es una zona muy generosa pero hay que trabajar y abrir posibilidades.
Todos los comerciantes estamos haciendo un esfuerzo grandísimo por mantener a los empleados y hay empresas grandes que tienen sólo 20 o 25 personas. Así que es como que estamos nosotros bancando una situación y el municipio, el resto. Malargüe ha dado muchísimo y sigue dando. El 60 % de petróleo es producción local -por ejemplo-. Pero no lo vemos distribuido en obras ni en nada. Está difícil la situación.
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