¡Hola! Soy Sara Muñoz, economista y colaboradora del programa '¡Qué Me Estás Contando!' de ETB2. Anuncié mi segundo embarazo en directo y desde entonces he ido compartiendo con la audiencia la evolución de mi tripita (o tripón). Las últimas semanas me costaba mucho elegir la ropa con la que salir en pantalla, prendas con las que me sintiera cómoda, fuera a la moda y no pareciese disfrazada.
Y es que perder la imaginación sobre cómo vestirse estando embarazada (sobre todo al final) es de lo más normal. ¿Qué me pongo? ¿Qué hago con mi ropa actual? ¿Merece la pena comprar ropa premamá? Seguro que tarde o temprano se nos pasan estas preguntas por la cabeza. Empiezas a mirar foros en internet, a preguntar a amigas y conocidas… ¡Buscas consejo en todas partes!
Estamos embarazadas, pero queremos estar guapas, y ante todo cómodas. ¿Se puede? Claramente, la etapa del año en la que nos encontramos condicionará bastante nuestra forma de vestir. En mi primer embarazo, al salir de cuentas en febrero, lo tuve más fácil. Las últimas semanas apostaba por leggins, algún jersey básico flojito y botas de agua. Respecto a los abrigos, seguía utilizando mis abrigos de antes, con los botones desabrochados. Cambiaba básicamente de fular o bufanda por darle un toque de color, ya que los últimos días se hacen largos y aburridos.
La recta final de este segundo embarazo, con más tripa (con mucha, mucha más), me ha tocado vivirla en la temporada primavera-verano. Y los días de calor son más complicados que los de frío a la hora de vestir. Aunque si me hubieran dicho esto hace tres años no lo hubiera creído.
Pero como nueve meses dan para mucho, mejor vamos trimestre a trimestre:
En esta etapa del embarazo, sobre todo las amatxus primerizas, apenas notaremos que la tripa crece, por lo que lo más habitual es que utilicemos nuestra ropa de siempre. Podemos sentir tentaciones de comprar alguna prenda premamá, pero es mejor esperar y aprovechar nuestro armario «de siempre» todo lo posible.
En mi segundo embarazo, ya empezaba a asomarse una incipiente tripita, además de que hay momentos en los que te encuentras más hinchada y no te sientes cómoda con prendas ajustadas. Muchas queremos mantener el embarazo oculto hasta el segundo trimestre y buscar la fórmula de disimular la tripa se convierte en todo un reto.
Para ello, lo mejor es apostar por las prendas que nos queden más anchas en la parte superior (camisetas o blusas) y optar por los leggins, prenda económica y cómoda que será nuestro mejor aliado en el embarazo… aunque nueve meses después los acabemos aborreciendo. También las faldas largas de botones son todo un acierto.
Y si tenemos que comprar algo, lo mejor es invertir en camisetas que podamos utilizar después del embarazo a modo 'oversize'. Es decir, comprar una o dos tallas más de la nuestra habitual. Pero, por mi experiencia personal, y como experta en Ahorro Familiar, yo no me inclinaría por ropa premamá en este primer trimestre, ya que generalmente más cara y hay menos variedad.
Aquí podemos sentir que ganamos una talla cada dos semanas prácticamente. Pero claro, no queremos gastar nuestro sueldo cada mes en ropa nueva que luego ya no vamos a poder utilizar.
Lo mejor es invertir en algunas prendas que puedan ir adaptándose a los cambios de nuestro cuerpo; que tengan detalles como drapeados o piezas envolventes, cinturillas laterales o traseras que nos permitan graduar la amplitud a medida que ganamos volumen.
Y ahora sí, podemos hacernos con algún básico premamá. En mi caso, he tenido que comprar tres pantalones premamá largos -uno vaquero, uno negro y otro blanco-, porque no había forma humana de abrochar los míos habituales. También compré un pantalón premamá corto, que no sabía ni que existían, para los días de más calor.
Estos pantalones premamá los he estado utilizando hasta el final del embarazo. Te permiten muchas combinaciones y son verdaderamente cómodos. Mi consejo en cuanto a adquirir un vaquero premamá en el segundo trimestre es cogerlo una talla más grande de la que necesitamos para poder aguantar hasta el final del embarazo con él. Y una vez haya nacido el bebé los podremos seguir usando mientras nuestro cuerpo se va recuperando.
En esta etapa, lo que necesitamos son prendas funcionales que podamos usar tanto para ir a trabajar como para el fin de semana sin que nos resulten incómodas.
En mi segundo trimestre, básicamente este ha sido mi «uniforme»: pantalón premamá, camiseta o blusa 'oversize' y una blazer, kimono o chaleco (benditos chalecos) por encima. ¡Ah! Un truquito para cuando esas blusas ya no nos abrochan como antes: utilizar camisetas de tirantes por debajo y llevarlas a modo de sobrecamisas. ¡Nos salvarán más de un look!
Otro imprescindible para mí estas semanas son los vestidos corte imperio. Una apuesta segura que utilizaremos hasta el final del embarazo. Con hacernos con un par de vestidos de este estilo es suficiente. Tenemos que jugar con los complementos: collares o pendientes maxi, sombreros… Con eso conseguiremos no aburrirnos viéndonos siempre igual vestidas.
¿Y en los pies? En mi primer embarazo, utilicé tacones prácticamente hasta los seis meses de gestación. No obstante, en este segundo embarazo, he tenido que renunciar a ellos antes de lo que me gustaría (sobre el tercer mes), con el calor se me han hinchado más los pies y no me sentía cómoda ni a 4 o 5 centímetros sobre el suelo.
Para mi sección en 'Qué Me Estás Contando' de ETB2, he llevado tacones (soy pequeñita), pero sólo me los ponía para mi intervención. Procuraba apostar por tacones anchos y no muy altos o por zapatos con plataforma. Tras salir de plató volvía a mis deportivas, que se convierten, junto con los leggins, en tu mayor aliado en el embarazo. Tenemos la suerte de tener modelos preciosos para utilizar tanto con pantalones como con vestidos.
A estas alturas, es más complicado verse guapa. Lo que nos apetece es ver la carita de nuestro bebé y seguramente ya no pensemos en moda. Y es que la ropa hasta nos sobra.
Pero el dejar el pijama a un lado, y arreglarnos un poquito, nos puede subir mucho el ánimo estas semanas en las que no paramos de descartar prendas de nuestro armario porque «no nos vale nada» y en las que los botones, cremalleras y cinturones se convierten en una tortura.
Probablemente la ropa que compramos en el trimestre anterior, en el que estamos más animadas, la podremos seguir utilizando.
Y si no, como en mi caso, que he tenido una tripa «gigantesquísima», como dice mi hijo mayor, lo mejor es comprar algún vestido largo flojito.
Vestidos maxi que podremos seguir llevando después de que haya nacido el bebé. Otra de las ventajas de estos vestidos es que son muy fáciles de poner (fundamental para las revisiones médicas) y enseguida nos vemos arregladas con ellos. Al igual que las túnicas o blusitas estilo boho o ibicencas. Prendas de talla única que nos pueden servir «para el después». Tenemos que comprar con cabeza estas semanas, no vamos a tener tripa eternamente.
En este trimestre es importante no utilizar prendas muy ajustadas, que nos opriman. Con esto no quiero decir que tengamos que vestirnos con «sacos» ni mucho menos. Lo ideal es que los vestidos y blusas tengan para atar un lacito debajo del pecho, así «llevaremos» la tripa libre, pero evitaremos el «efecto saco» que comentaba.
La clave es: ropa ancha sí, pero no en exceso.
También resultan muy útiles, para aquellas que viváis el final del embarazo estos días de calor, los monos de algodón. Marcan la tripa redondita y quedan muy bonitos, y lo que es más importante, son comodísimos.
Es preferible optar por prendas lisas y de colores neutros estas últimas semanas, pero si encontramos un vestido con el que estemos a gusto, iremos a por él y nos olvidaremos de si las rayas horizontales nos ensanchan o tal estampado «está prohibido con mi tripón». Repítete siempre: «Estoy embarazada, no gorda». El embarazo es una etapa preciosa que luego echaremos de menos. Así que hay que atreverse a «lucir tripa».
Y si ya estamos aburridas de nuestras prendas habituales y no queremos gastar más en ropa, podemos dar un toque nuevo a nuestro vestuario con algo que podamos seguir llevando después del parto… ¡calzado! Recomiendo aprovechar las rebajas para hacernos con unas bailarinas, unas cuñas o unas sandalias de tacón bajo. Lo mejor es buscar acabados llamativos como un estampado animal o un color muy vivo para alegrar nuestro look.
No obstante, lo más importante es disfrutar mucho de lo que estamos viviendo, porque esto se reflejará en nuestra forma de vestir. No debemos quedarnos encerradas en casa porque no sabemos qué ponernos y recordad que siempre el mejor complemento es una sonrisa. ¡Feliz embarazo y no dejéis de sentiros guapas!
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