Juan Manzur es jefe de Gabinete pero se mueve como si fuese el jefe del Estado. Tan propio siente los bienes públicos que para viajar a los Estados Unidos utilizó un avión sanitario de la provincia de Tucumán. El gobernador, de licencia en su cargo, decidió no ir en vuelo regular sino que prefirió un jet que desde hace años lo lleva de un lado a otro.
El Lear Jet 60 matrícula LV-CKA, de propiedad del estado provincial, lo esperaba en el Aeroparque Jorge Newbery, en la zona de la terminal de vuelos privados. Los mecánicos y pilotos ya trabajaban desde temprano para que el funcionario no tuviese que esperar. La logística fue perfecta. A las 8 llegó Manzur, de traje y barbijo. Subió al avión y pocos minutos después, despegó.
La decisión sorprendió. Primero, por el tipo de jet que se eligió y por el costo de la operación. Ese avión tiene un precio de mercado de entre 2500 o 3000 dólares de alquiler por hora de vuelo. Pero más allá de eso, llamó la atención en el sector que Manzur viaje en una aeronave que vienen configuradas sin baño. De hecho, deberá parar al menos tres veces antes de llegar a destino. Además de combustible, el emisario argentino podrá visitar los sanitarios de los aeropuertos elegidos; en vuelo, si no se cambió la configuración, sólo tendrá la opción de esperar el próximo aterrizaje.
“Viaja en avión de Tucumán porque por los horarios acotados y las actividades previstas no había combinaciones de vuelo de línea. Se le alquila el avión a la provincia por una cuestión de disponibilidad y no es tan complejo moverlo. El estado nacional corre con el gasto operativo de mover el avión. Mismo costo que mover uno de flota nacional”, dijo una fuente de la Jefatura de Gabinete mientras Manzur estaba en su primer escala, en Santa Cruz de la Sierra.
La explicación de la Jefatura de Gabinete, además, omite consignar qué tipo de proceso de compra o licitación de alquiler se hizo para decidir ir en este avión y no en otro. Pero por sobre todo, el vocero no logró explicar la reacionalidad de hacer un traslado de un funcionario, con tres escalas, en un viaje de día -el mundo corporativo o los funcionarios viajan de noche para poder aprovechar las horas hábiles- y que, además tiene opciones más baratas, más rápidas y con baño.
Movimientos a primera hora de la mañana
A esa hora de la mañana, todos los aviones despegaban de cabecera Norte hacia la Sur. Pero la aeronave blanca, decorada con una línea roja y otra azul, enfiló hacia el otro lado de la pista e inició su carrera hacia el otro lado. LA NACION esperaba desde temprano la salida del funcionario.
Manzur, que estos días acompañó al presidente Alberto Fernández en su visita a Tucumán, en un periplo relámpago que tiene por objetivo aceitar los vínculos con la administración del presidente Joe Biden y empresarios de ese país.
Según consignó LA NACION, “la llave de entrada para este viaje en particular es Dan Restrepo, exasesor de Seguridad Nacional para América Latina durante la presidencia del también demócrata Barack Obama”. “El viaje de Manzur (que tiene sólidos vínculos con representantes del empresariado en Estados Unidos) tiene como objetivo adicional preparar el terreno para un próximo viaje del Presidente a Estados Unidos, un objetivo compartido por el embajador argentino en la capital política norteamericana, Jorge Arguello”, escribió Jaime Rosemberg.
A la 9.32 el avión abandonó el país. Sobrevoló Formosa y salió por encima del río Pilcomayo por el espacio aéreo de Paraguay. El vuelo del ministro se puede seguir en las páginas que siguen los itinerarios de los aviones sólo con consignar la matrícula. Según el plan de vuelo, la primer escala será Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.
Ayer, cuando se presentaron los documentos para realizar el trayecto, varios de los que recibieron el pedido se asombraron. Sucede que el avión es de la provincia, está comprado como sanitario y, además, el destino al que se vuela, Nueva York, tiene varias frecuencias desde la Argentina. Desde entonces, los rumores sobre la partida del ministro se multiplicaron. Según indicaron fuentes de la provincia, no es sanitario sino que “se acondiciona como sanitario en caso de necesidad”.
El miedo al escrache
Según varias fuentes del sector consultadas por LA NACION, la Jefatura de Gabinete se movió esta semana en busca de pasajes en las aerolíneas comerciales. Buscaron 6 pasajes, al menos, en Aerolíneas Argentinas y en American Airlines. Tal fue la gestión que llegaron a tener las reservas confirmadas.
Pero cerca de la comitiva empezó a crecer el temor al “escrache”. No fueron pocos los que le advirtieron sobre la posibilidad de que lo fotografíen, lo graben con los celulares y que en un avión lleno de pasajeros que van a vacunarse a Estados Unidos, pueda recibir alguna agresión verbal.
Ante la posibilidad, se optó por un vuelo privado y entonces apareció la posibilidad de usar el Lear provincial que el funcionario usa como propio desde hace años. La forma de resguardarse fue salir de un sector reservado de Aeroparque y no mostrarse. Sólo LA NACION lo esperó al pie del avión.
En diciembre de 2020, el entonces gobernador Manzur pidió autorización a la Legislatura provincial para comprar un avión por 4,5 millones de dólares. Argumentó, para que sea aprobada la iniciativa, que el los últimos años se incrementó el pedido de vuelos sanitarios. En el proyecto de ley indicó que la operación “resulta necesario para cubrir las demandas operativas de la Dirección Provincial de Aeronáutica”. Además, indicó que “la intención es adquirir un Lear Jet 60 XR, ya que satisface las exigencias impuestas en los vuelos operativos por argentina y el resto del mundo”. Esta aeronave que se utilizó fue comprada en 2010 por el entonces gobernador, José Alperovich, y no estuvo exenta de polémicas. La legislatura le había autorizado la compra por $30 millones, pero al mandatario le gustó uno más caro que cotizaba $36 millones. Por decreto amplió el monto unilateralmente y lo compró. Manzur, su sucesor, en 2020, intentó ir por uno más nuevo. Y si bien no lo ha comprado, el gobernador de licencia, mientras tanto, lo usa como propio.
“El avión sanitario está a disposición para quien lo necesite”, dijo Manzur el 2 de septiembre pasado, cuando la aeronave iba a partir desde Tucumán a Buenos Aires para traer de regreso a la provincia a León, un pequeño que sufre una enfermedad terminal y quiso reencontrarse con sus familiares. Finalmente, pese a la comunicación oficial, el pequeño viajó en un vuelo privado.
La gran mayoría de los jet que usan los gobernadores en la Argentina son importados y matriculados como sanitarios. La fórmula se usa por dos cuestiones. La primera, política: es más fácil “vender” a la opinión pública por el uso de emergencia y sanitario; la segunda, porque se importan y se mantienen con algunas exenciones en tasas e impuestos. Después, los usan como remises de gobernadores y lo acondicionan cuando alguna situación lo requiere.
Esta vez lo necesitó él, el jefe de Gabinete nacional, para viajar y aceitar los lazos con Estados Unidos. Y fiel a sus palabras, lo usó por necesidad. Si alguna emergencia hay en Tucumán, irá en otro avión. O esperará el regreso de Manzur, el gobernador de licencia que aún se sirve de los bienes provinciales.
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