Jaume Grau atendió a MARCA vía telefónica desde un hotel de Pamplona. El resultado de su test PCR no es definitivo, pero los protocolos son claros y estrictos. Tiene que estar aislado hasta conocer nuevas noticias. Y lo lleva bien. "Esta mañana me hicieron más pruebas y ahora estoy a la espera de conocer los resultados". Y es que ni él mismo se lo esperaba. "Esto es completamente inesperado. Yo soy asintomático, no he tenido ningún tipo de problema y me encontraba bien. Es cierto que ha habido otros casos de compañeros que habían dado positivo y cabía la posibilidad de que pudiera ser así". A pesar de ello se le nota el optimismo en su voz y las ganas de estar recuperado y listo para reincorporarse a la disciplina deportiva. "Es un poco fastidio porque lo que más me apetecía ahora era entrenar y compartir con los compañeros" comentaba Jaume.

La llegada a Osasuna

Y es que antes de este contratiempo que quizá le tenga alejado de los terrenos de juego durante unos días, Grau se ha visto muy cómodo en el club rojillo. A pesar de que es la tercera vez que recala en el club (ya lo hizo en la temporada 2019/2020 cuando salió del Real Madrid Castilla para, después, poner rumbo a Lugo y en la 2020/2021 cuando volvió a salir cedido al Tondela de la liga portuguesa), el jugador valenciano afronta su primera pretemporada con el equipo de Primera. "Estoy muy a gusto.En estos pocos días que llevo me han acogido muy bien, te sientes como uno más. Estoy muy contento con los entrenamientos, con el día a día y muy ilusionado" apuntaba Jaume durante la entrevista.

La liga portuguesa, el trampolín para jugar en Primera

Antes de aterrizar en Osasuna, Jaume Grau fue creciendo progresivamente en distintos clubes de Segunda y Segunda B. La permanencia con el Navalcarnero en la temporada 2016/2017, el Play Off de ascenso a Segunda con el Real Madrid Castilla o la salvación con el Lugo en la temporada 2019/2020 han sido momentos que han ido forjando el carácter de un jugador con un talento desbordante que recala nuevamente en Pamplona. "La experiencia fue muy buena a nivel deportivo y personal. Me vino muy bien. Me ayudó a crecer mucho".

Su última parada fue en el CD Tondela, de la Primera División portuguesa. Con 32 partidos a sus espaldas en la temporada 2020/2021, Grau consiguió esa estabilidad que necesitaba para explotar como futbolista y para seguir creciendo. Comparte, además, junto a otros entrenadores y compañeros que también han jugado en la competición lusa, una mejoría y mayor competitividad. "Los equipos pequeños se van reforzando cada vez más y eso iguala las fuerzas en la competición. En Portugal encontré regularidad, el equipo tuvo muy buen nivel y eso me ha ayudado mucho en mi progresión" señalaba.

Justamente, durante su temporada en el Tondela coincidió con Belenguer, exjugador del Getafe o del Betis y que actualmente dirige el club portugués. En las pocas ocasiones que tuvieron para charlar, Belenguer siempre le daba consejos o mejoras en distintas facetas del juego. También la figura de Pako Ayestarán de quien guarda un buen recuerdo por el apoyo en su crecimiento futbolístico y deportIvo.

Ilusión, trabajo y dedicación. El presente y el futuro en Osasuna

Toda esa trayectoria le ha traído de vuelta a la liga española. Ganas de mejorar y de remar junto al equipo, todo ello aderezado con una ilusión desbordante por lo que está por venir.

Desde que el pasado 5 de julio arrancara la pretemporada en Tajonar, la realidad que la sociedad vive con el Covid también ha marcado el arranque de la pretemporada. "Está siendo un poco atípica porque comenzamos entrenando todos juntos, pero después de que salieran algunos positivos nos dividimos en grupos de trabajo reducidos. Es momento de adaptarse, pero aún así el nivel es muy alto porque estamos en un club de primera división".

A pesar de ello, Jaume sabe que el club está haciendo bien las cosas. "Están armando un equipo muy bueno, muy completo en todas las facetas. Para competir y no regalar nada a nadie" apuntaba durante la entrevista. Y, por supuesto, espera con muchas ganas la llegada de la afición a las gradas. "Debe ser una pasada. No lo he vivido en primera persona pero todo lo que me cuentan es el ambiente espectacular que se vive en el Sadar" compartía Grau.

El chico que emigró a Portugal ha vuelto con mayor solvencia, crecimiento y experiencia en sus botas. Esas que necesita Osasuna para afrontar una nueva temporada. Las mismas ganas que Jaume pondrá sobre el terreno de juego.