Pensaba titular mi post de hoy Pelma parafraseando de forma irónica la tribuna que escribió Jaime del Burgo ayer en este periódico y que introducía con el nombre de su flamante esposa. Lo sé, era demasiado fácil, pero es que la hermana de doña Letizia está ya muy pesada. Yo, si fuera hija de sindicalista y agnóstica, estaría más enfadada por haber tornado en señora burguesa que por la persecución de un par de paparazzis de cuando en cuando (doy fe de que es frecuente pero no diaria a tenor de las fechas de las fotos que hay colgadas en las agencias). En efecto, si te casas por la iglesia con un señor que se apellida Del Burgo, desde entonces serás burguesa ad eternum. Bueno, vale. Señora de Del Burgo, que no del vulgo.
El texto del hijo del ex presidente de la diputación navarra no tenía desperdicio. Era un regalo precioso para los reyes por sus bodas de oro (me niego a poner precioso en cursiva). La columna de opinión, en resumen, aunque muy bien escrita, argumentada y documentada (y con ínfulas de carta dominical pedrojotil), defendía el (derecho al) honor de su "esposa", que para algo este abogado se conoce al dedillo la constitución, y se quejaba del "vomitorio (sic)" internauta acerca de su vida privada. Del Burgo, clon de Steve Jobs en su web (aunque desde que Emilia Landaluce publicó una foto suya con jersey de cuello alto negro, el letrado cambió esa imagen por un contrapicado rollo Obama) vino a decir que por culpa de la prensa canalla no podrán vivir en España.
Ipso facto, me metí en Twitter y leí las arcadas de los tuiteros. "Pues Del Burgo no se queja del puestazo injustificado de Telma en Barcelona por el que cobra un pastizal" o "¿Le habrían publicado una página entera en un periódico de tirada nacional si no fuera el cuñado de los príncipes?" "¿La cooperante hubiera ingresado en el círculo elitista de Del Burgo si no fuera hermana de quien es?" "¿Se hubieran casado en Leyre si Jaime no fuera Del Burgo y burgués?" (algunos son twits de amigas que no tienen Twitter). Pues bien, ¿qué será lo próximo? REALidad supera ficción. Últimamente tengo miedo de irme a la cama los viernes por la noche. Sueño con levantarme al día siguiente y ver en la portada del periódico una foto de una guillotina auténtica instalada en la Plaza de Oriente y unas cuantas cabezas rodantes muy conocidas. Pero aún no tengo claro si se trata de una pesadilla. Todo es muy sospechoso. Los temas importantes se filtran en sábado, cuando los suplementos del fin de semana ya se han cerrado. Menos mal que el rey ha roto (sus relaciones) con Corinna.
Dear @FBI...why haven't we seen this guy on your never ending feed of J6 violators? https://t.co/7LfUC0yhBW
— Toni Toombs Wed Jul 07 16:55:25 +0000 2021
En fin, que estoy muy seria y esto no es lo mío. Perdone Jaime Del Burgo por ejercer mi libertad de expresión. A mí me toca averiguar quién ha vestido de novia a Telma Ortiz, burguesa pero no hamburguesa (como doña Letizia, Telma es delgada, no está delgada), alguien que ha elegido para su boda religiosa (!) el monasterio de Leyre, una joya del románico que no debéis dejar de conocer. Supongo que el autor de su traje nupcial habrá sido Felipe Varela, o quizás no, pues ni siquiera fueron los príncipes de Asturias al enlace. Sí que cuentan que Telma iba con las muletas después de su accidente de esquí, nada que ver con el desliz cinegético de don Juan Carlos. Así que supongo que iría con esos camisones que puso de moda Carolyn Bessette o algo similar.
Me da bastante lástima que el rictus de Telma se haya fruncido por su conocido gesto de cabreo permanente. Recuerden que cuando Letizia se casó, ella era nuestra Pippa Middleton. Pippa Ortiz. Apellido de soltera que pega mucho para una nueva dama norteña, pues no olviden que la fábrica homónima de conservas está en Ondarroa, es decir, cerca de Pamplona. Telma es, desde el viernes, una bonita del norte recién pescada.
Con lo dulce que parecía hace 7 años y vaya carácter, que diría mi abuela. Lo que no alcanzo a comprender es si de verdad la pareja cree que la carta abierta de Del Burgo en plan Pedro Ruiz (por cierto, ¿qué fue de ese señor?) iba a callar bocas. De no haberla leído yo, por ejemplo, no estaría escribiendo esto ahora mismo. Esta chica nunca me llamó la atención por su vestuario. Pero ahora sí. Lleva ropa de Natura (la tienda eco) y Quechua (otra marca muy del vulgo made in Decathlon) de día, y de noche... pues ni idea, porque no se prodiga nada, no vaya a haber un fotógrafo delante ¡Vais, vais! Que ella no es royal, hombre, sino vulgar. Perdón, del vulgo, aunque vaya más de reina que doña Sofía. Sólo destacaré de Flema, perdón otra vez, Pelma, ay, este teclado, sorry, Telma, por fin: sus aires neohippies rollo 15M (¿se casarían un día antes de la mani del sábado para no perdérsela?), gafas de sol (el mejor antiojeras), su look puntual de amazona aguerrida y los fulares umbralianos de su nuevo marido.
Ya está. Cierro la boca. Que así no entran moscas ni demandas.
Pd. Se hace saber que estoy en Facebook y Twitter. Y/o también me podéis escribir a beatriz.miranda@elmundo.es
Por cierto, Madrid está (y es) precioso. Planazo wacu esta noche con zarauces en el Retiro bajo fuegos artificiales y El lago de los cisnes de fondo. Ha merecido la pena no irse de puente. Feliz San Isi-dro (con tono Sara Montiel) a todos.
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