El de Qatar no fue un podio cualquiera para Fernando Alonso. Es de los que se saca uno de la manga con un coche evidentemente inferior al que eleva a un estatus diferente tirando de un repetorio de recursos digno de guión de cine.

Ya desde el sábado empezó a ver que el Alpine estaba para darse una alegría, en forma de Q3 digna, pero no lleva 300 carreras en F1 para nada, o para conformarse, y aprovechó el rebufo de Hamilton para subirse a un quinto puesto casi inédito esta temporada. Solo en Turquía lo había hecho.

El otro punto fue el final de la Q3, con el aparatoso pinchazo de Gasly, parado en plena recta, las dudas de los comisarios, la bandera amarilla que pilló a Bottas, la doble bandera amarilla que pilló a Verstappen, y mientras Fernando "frenando en la meta por si acaso, para que no me pillaran". Pues tuvo premio, no ser sancionado y auparse otras dos plazas, hasta el tercero, con un coche para salir noveno en velocidad pura a una vuelta. Donde salió Ocon, vamos.

Y hete aquí que Alonso se ve tercero en parrilla a 8 metros de Hamilton y con Gasly y su Alpha Tauri en primera fila. No cabía la más mínima duda de que tenía que dar caza al francés si quería enhebrar una sorpresa, quitárselo de encima. La salida ya es parte de la historia, el cerrojazo a Verstappen, que levantó tierra sorprendido, y en el mismo giro, el exterior al francés, a tirones, que ni le vio venir. Otro truco.

Pero con todo, Bottas era más rápido y Checo era más rápido, con un Mercedes y un Red Bull, de hecho el mexicano le pasó claramente, pero al primero le explotaron las duras por exceder las 30 vueltas y el segundo hizo una parada extra al ataque. Fernando volvió al catálogo de cuidar su primer juego de blandas hasta la duda (vuelta 23) y no digamos con las duras, con las que hizo 34 hecho un manojo de nervios. No tenía otra que echarle valor, ahorrase una parada y jugársela si quería el podio.

Bottas, Russell, Norris y Latifi todos habían sufrido pinchazos en la rueda delantera izquierda, producto seguramente de un alto desgaste combinado con el impacto a alta velocidad de los pianos de Losail, todos ellos muy altos. "Yo iba cuidándolos e iba guardándome medio segundo por vuelta, en las últimas 15 vueltas de la carrera. Iba guardando en el último sector, porque me decían que no empujase por miedo a que explotase el neumático", relató Fernando, que ya dudaba hasta de los silencios, que imaginaba fúnebres, de la radio del equipo.

"¿Llegamos o no, llegamos o no? Llega Checo o no?", insistía casi una vuelta tras otra, tan atento a la carrera, por encima de sus propios problemas, que pedía ayuda certera. "Decidle a Esteban que defienda como un león", soltó en la radio a falta de una decena de giros. Si Ocon le frenaba una vuelta, le podía dar el podio, comiéndole el mexicano más de un segundo por vuelta en plena remonada.

Le frenó unas curvas, que eran suficientes hasta que la suerte le vino a dar un breve alivio, ya le tocaba, en forma de coche de seguridad virtual: más lentos, menos desgaste, sin remontada detrás. El podio del pillo que no pierde ocasión y que remata a gol si le centran una lavadora, como ayer. De un pillo de 40 años que sacó un podio de ley: solo le superaron los aspirantes al título.

Artículos relacionados

  • Consejos básicos sobre cómo tener buen cuidado de los pies

    Consejos básicos sobre cómo tener buen cuidado de los pies

  • 6 artículos para ayudarlo a comenzar el viaje de perder peso

    6 artículos para ayudarlo a comenzar el viaje de perder peso

  • Cómo ahorrar dinero en su viaje costero: consejos inteligentes para unas vacaciones frugales que no sacrificarán la diversión

    Cómo ahorrar dinero en su viaje costero: consejos inteligentes para unas vacaciones frugales que no sacrificarán la diversión

  • Las Nike no oficiales "Satan" de Lil Nas X que contienen sangre humana se agotan en menos de un minuto

    Las Nike no oficiales "Satan" de Lil Nas X que contienen sangre humana se agotan en menos de un minuto