Los transportistas no pueden más y por eso el Comité Nacional de Transporte por Carretera ha convocado un paro de actividad de tres días del 20 al 22 de diciembre, justo antes de la Navidad, para presionar al Gobierno y al sector de la distribución. Las principales peticiones son tres: paliar la subida del diésel, que se prohíba la carga y la descarga por parte de los chóferes, y frenar la viñeta o el pago por el uso de las autovías.

"El principal problema, e inasumible, es la subida del gasóleo", explica Santiago Ramírez, un pequeño empresario que tiene una flota de cuatro camiones. "Nosotros gastamos 14.500 litros de gasóleo al mes en la ruta entre Bilbao y Barcelona, que a un euro el litro, pues suponían 14.500 euros, pero a 1,4 euros el coste se eleva a 20.300".

Francisco Avilés, de Cartagena y con un camión en propiedad, sostiene la misma tesis: "Ahora pagamos 1.400 euros euros más de gasoil cada mes, en comparación con antes de la pandemia".

Y Óscar Baños, de Palencia, quien dice que "el litro de gasoil cuesta ahora 40 céntimos más caro" pese a que recurre a una cooperativa: "Hay que parar".

Según la Confederación Española del Transporte de Mercancías (CETM), mayoritaria en la convocatoria de la huelga, el precio del gasóleo se ha encarecido un 42% en lo que va de año. "Por eso le pedimos al Gobierno la aplicación obligatoria de una cláusula de revisión del precio y no aumentar la fiscalidad de los carburantes", según afirma Dulsé Díaz, secretario general adjunto de la Confederación.

El problema añadido para los pequeños empresarios del sector es que los precios de los portes no suben mientras que el del carburante sí lo hace. "Cobraba 80.000 pesetas [480,8 euros] en el año 2000 por un viaje cargado de Bilbao a Barcelona; hoy, cobro 483 euros", explica Ramírez, que recalca además lo que entiende como la puntilla: "Amazon ha tirado los precios".

Este transportista detalla también el reverso poco conocido del comercio electrónico: "Pides unos zapatos por internet y te llegan a casa. Maravilloso. Y además te los descambian sin coste de devolución. Esto supone que un camión de largo recorrido trae esos zapatos a un centro de distribución; uno pequeño los lleva a la tienda correspondiente y una furgoneta te lo lleva a casa. Para devolverlos, se hace la operación inversa movilizando hasta tres vehículos. Y el cliente no paga un euro; esto no es viable económicamente para los transportistas".

En este sentido, Miguel Ángel Invernón, presidente de la Asociación de Autónomos de Transporte de Paquetería (AATP), recuerda que "todo lo que salga de internet tira los precios a la baja. No es rentable que cada porte se pague a cuatro euros; sólo el gasoil cuesta más". Y Ramírez aporta contexto al parón, cuando la inflación se cifra al 5,4% interanual en octubre, presionada por la electricidad pero también por el alza de los combustibles: "El Gobierno no se puede permitir en estos momentos que el sector del transporte repercuta la subida de costes de sus portes en los productos finales porque subiría aún más el IPC".

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— jamesrise Wed Mar 17 04:19:04 +0000 2021

"Antes pagaba por una rueda 400 euros y ahora me cuesta 480", manifiesta Baños, que apunta además los problemas de suministro de AdBlue, una urea imprescindible para que los camiones diésel cumplan con la normativa europea Euro 6 de emisiones de óxidos nitrosos.

Carga y descarga

Al coste del carburante se le suma el problema de la carga y descarga, donde las posiciones de transportistas y asalariados se oponen. Avilés acusa a las empresas porque "las grandes cadenas de distribución y logística obligan al camionero a cargar y descargar después de viajes de ocho o diez horas", y tanto él como Avilés ponen como ejemplo a Portugal, "donde está prohibido que los chóferes carguen y descarguen".

En opinión de Avilés, las compañías logísticas y de distribución "tienen un lobby muy fuerte que presiona al Ministerio de Transportes y se están ahorrando muchos puestos de trabajo de operarios, cargadores, carretilleros y mozos de almacén que dejan de contratar".

Sueldos

Los salarios de los chóferes varían en función de las empresas y los recorridos. "Un camionero a sueldo cobra unos 2.300 o 2.400 euros si hace transporte internacional y 1.800 o 1.900 si es nacional", afirma Avilés, que responde desde Pamplona, llegado de Cartagena y pronto rumbo a París, "cargado de lechugas". Ese sacrificio y los bajos salarios contribuyen a la ausencia de 15.000 chóferes en España, según estimaciones del sector.

Para Invernón en cambio, no faltan chóferes. "El problema es que si te pagan 1.300 euros al mes para una ruta nacional y tienes que pagarte la comida todos los días, no salen las cuentas".

Peaje en las autovías

"El Gobierno suma impuestos en vez de soluciones", critica Avilés al respecto del pago por uso de las autovías que el Ejecutivo tiene planeado instaurar en 2024, empezando por la implementación de la viñeta para los camiones pesados. Baños, por el momento, se concentra en las dificultades ya confirmadas: "Esto es un suma y sigue. Pero de momento no me preocupa porque ya hay muchas otras razones para ir a la huelga".

"No me preocupa la viñeta. Vivimos al día sin poder amortizar e, incluso con pérdidas. Vamos a ver cómo vamos en 2022 y ya veremos qué pasa en 2023", remacha Ramírez.

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