Link to the original content.

The debates about great strategic are currently conditioned by the growing world tensions and new security threats.This document seeks to present the topic to propose approaches from strategic studies and theories of international relations capable of renewing their intrinsic discussions.

¿Una vuelta a las grandes estrategias?

To the extent that strategic studies have dealt in a broad sense of the strategy, the differences between what it is, or how great strategy (GS) and national security strategies (Esn).The objective is to distinguish the reasons to use one term instead of the other.To do this, it is important to question the state of both terms and ask ourselves: are both concepts used as synonyms?Has the concept of GS disappeared, rather, both ideas have converged in one?Or the current concept of Esn tends to function as GS under a possible new primacy of the military?

Las GS son comúnmente creadas por grandes potencias en lugar de cualquier otro actor con menos capacidades o poder. La segunda característica de las GS es su duración, puesto que se consideran estrategias de larga duración con objetivos a largo plazo1. Por ejemplo, Paul Kennedy consideró que una GS concierne a la evolución e integración de políticas que deberían operar durante décadas, o incluso siglos. Además, Kennedy entendió que las GS no tenían una función o consideración universal en la teoría o práctica estratégica, sino como una opción que importa solo en el contexto de ser ya, o tener el potencial de ser, una gran potencia mundial.

El término GS ha estado en desuso y parcialmente reemplazado por la referencia a ESN. A pesar de las múltiples definiciones de GS, trataremos algunas de las más famosas en la literatura para ver las diferencias que presentan. Históricamente, las GS han existido desde la antigüedad, pero su concisión teórica está más restringida a los tiempos modernos. Mientras que la «estrategia», como neologismo, se atribuye a Joly de Maïzeroy2 en 1771, como aquella conducta de los ejércitos que se funda en un arte realizado por generales, el origen del término GS es más difuso. La posición generalizada sobre el origen del término moderno es atribuido a Basil Liddell Hart (1895-1970), en su obra The Decisive Wars of History (1929), quien lo entendió como un arte para distribuir y aplicar medios militares para cumplir con los fines de la política.3 Liddell Hart consideraba la guerra como una confrontación entre la astucia de los comandantes en ejecuciones opuestas, afirmando que «el verdadero objetivo de la guerra es la mente de los gobernantes hostiles, no los cuerpos de sus tropas; que el equilibrio entre la victoria y la derrota se basa en impresiones mentales y solo indirectamente en golpes físicos»4.

Hay dos figuras importantes anteriores a Liddel Hart: Frederick C. Fuller (1878-1966) y Julian Corbett (1854-1922). El primero escribió La reforma de la guerra en 1923 y definió GS como la utilización de las energías nacionales para los propósitos de la guerra. Fuller entendió GS o «estrategia política» como «la transmisión del poder en todas sus formas, para mantener la política»5. Fuller argumentó que, como planificación y actividad en abstracto, la GS es asegura el objeto de lo político dirigiendo todos los recursos bélicos hacia la victoria en la guerra, mientras que las grandes tácticas logran la acción al hacer converger todos los medios de hacer la guerra contra las fuerzas del enemigo. Corbett consideró que la GS, como actividad empleada en tiempos de paz, tiene como finalidad ocuparse de todo el teatro de la guerra, con la planificación de esta, y ha de ser vista como una continuación de la política exterior. En última instancia, «la gran estrategia [superior, mayor] proporciona la razón, el raciocinio, para la acción en la guerra, pero las ejecuciones conciernen a la estrategia menor»6.

Uno de los principales contribuyentes al renacimiento de los estudios estratégicos fue J.M. Collins7, quien definió la Seguridad Nacional (NS, por sus siglas en inglés) como aquello que «fusiona todos los poderes de una nación, durante la paz y la guerra, para lograr intereses y objetivos nacionales» y GS como: «Un arte y ciencia de emplear el poder nacional en todas las circunstancias para ejercer los grados y tipos deseados de control sobre la oposición a través de amenazas, fuerza, presión indirecta, diplomacia, subterfugio y otros medios imaginativos, satisfaciendo así los intereses y objetivos de la seguridad nacional»8.

Collins defendió que ambos términos están interrelacionados, pero no son sinónimos. El enfoque común y más general acerca de GS es considerar que tiene la intención de alinear todos los recursos posibles. Por el contrario, la tendencia anterior en la tradición clasicista se había centrado en cómo se debe emplear el instrumento militar para lograr los objetivos de una nación. Según Barry Posen (1952- ). «La teoría de un estado-nación sobre cómo producir seguridad para sí mismo. La gran estrategia se centra en las amenazas militares, porque son las más peligrosas, y los remedios militares, porque son los más costosos [...]. Una gran estrategia contiene explicaciones de por qué ciertas amenazas gozan de cierta prioridad, y por qué y cómo las soluciones propuestas podrían funcionar»9.

Otra discusión sobre el significado de GS tiene que lidiar con la existencia de enfoques sobredefinitorios cuando su significado estaba excediendo al militar. Según Hew Strachan (1949-), GS tiene que ayudar a definir y delimitar las guerras. Este autor argumentó que la GS tiene un significado diluyente debido a su extensión a diferentes concepciones de la guerra. La aplicación limitada, en términos de poder y basada en sus dos características fundamentales ya mencionadas, es muy exclusiva y restrictiva a diferencia de los escenarios reales de enfrentamiento entre países10. Además, según Aznar Fernández-Montesinos, el pensamiento estratégico nos sitúa ante una formulación que se pretende plantear intelectualmente. Esto, atendiendo a su naturaleza trascendente, desconoce en parte la realidad más tangible e inmediata en beneficio de un objetivo que puede que aún no sea del todo visible. La estrategia sirve, o pretende servir, para enmarcar conflictos brindándoles el encuadre que permita una resolución favorable para quien la formula. Otro contribuyente ineludible a este debate es Stephen Krasner (1942-) quien afirma que: «Una gran estrategia es un marco conceptual que describe cómo es el mundo, visualiza cómo debería ser y especifica un conjunto de políticas que pueden lograr ese orden. Las grandes estrategias están diseñadas para moldear el entorno internacional regulando los regímenes internacionales, influyendo en las decisiones de política exterior hechas por otros estados y dando forma o incluso determinando las características del régimen interno de otros países»11.

Como advirtió Gaddis (1941-), «está destinado [...] a prevenir la alineación de aspiraciones potencialmente ilimitadas con capacidades necesariamente limitadas». Para Brooks (1971- ) y Wohlforth (1959- ), GS es un conjunto de ideas para desplegar los recursos de una nación con el fin de lograr sus intereses a largo plazo12.

In short, the classicist tradition, in which some of these authors are involved, has been mostly followed by those who understood GS as the main object of military policy and, historically, it has been the most conducted approach.

Perspectivas acerca de la gran estrategia y los Estudios Estratégicos

Desde que Bernard Brodie (1910-1978) propuso considerar la estrategia como una ciencia instrumental y un arte para resolver problemas prácticos y no para ganar guerras exclusivamente13, los estudios han ido incorporando enfoques diversos y ampliando la tradición clasicista, ganando importancia las perspectivas de GS más afines a las relaciones internacionales. Uno de los pensadores más destacados de estas tendencias es William Martel (1955-2015), quien consideró la GS como una declaración coherente con los conceptos que utiliza el Estado para hacer frente a la gama completa de amenazas a la seguridad y los medios militares, políticos y económicos para enfrentarlos, apoyando la idea de que los responsables de la formulación de políticas no pueden llevar a cabo una política exterior eficaz a menos que estén equipados con una gran estrategia coherente. Martel también advirtió que la guerra a menudo representa un fracaso de GS14.

Hal Brands (1983- ) apoya la perspectiva sobre la relación de la política exterior y la GS, considerado esta última como una arquitectura intelectual que da forma y estructura a la primera15, así como la forma más elevada del arte de gobernar. Además, defendió que la GS es la lógica que ayuda a los estados a navegar en un mundo complejo y peligroso, una lógica conceptual que asegura que sus instrumentos (desde la diplomacia hasta la ayuda extranjera y la fuerza militar) se empleen de manera que maximicen los intereses centrales de una nación16. En cuanto al marco temporal, entendió que GS media entre acciones a corto plazo y metas a medio y largo plazo, destacando su estrecha relación con la delimitación temporal.

Taliaferro, Ripsman y Lobell consideran la GS como el principio organizador o modelo conceptual que anima todas las relaciones del Estado con el mundo exterior, con el propósito de asegurarse y maximizar sus intereses17. Además, podemos considerar algunos enfoques en la política, como Kennedy, quien sostiene que «el quid de la gran estrategia [...] está en la política, en la capacidad de los líderes de la nación de reunir todos los elementos, tanto militares como no militares, para la preservación y mejora a largo plazo de la nación»18. El aspecto instrumental llega al máximo en su visión de GS19. Además, como considera P. Feaver, cualquier plan o política que abarque esfuerzos en este sentido de la consecución de los intereses nacionales es una GS. Como Stolberg explicó perfectamente al citar a Stephen D. Krasner, una GS es un aspecto clave de la política que funciona como un marco conceptual para la descripción de cómo el Estado- nación ve el mundo y proyecta cómo debería ser con un conjunto de políticas, e insiste:

«Una gran estrategia representa el "gran diseño" y representa "el mosaico general en el que encajan las piezas de política (y estrategia) específicas". Es el "concepto unificador" que guía o dirige todas las demás políticas relacionadas con la seguridad nacional. La política nacional solo puede establecerse después de que se hayan identificado las metas y objetivos generales de seguridad nacional. Es la gran estrategia la que determina esos propósitos y objetivos […] En términos jerárquicos, la gran estrategia representa el nivel o tipo de estrategia más alto»20.

Resumiendo, podemos responder parcialmente algunas de las preguntas planteadas anteriormente. Hemos visto cómo el término GS se empleaba con cierta prioridad antes del siglo XXI, aunque hoy en día ha sido reemplazado por los conceptos integrados en las ESN y, en muchas ocasiones, han sido utilizados como sinónimos. Podemos suponer que este cambio ha sido provocado principalmente por los nuevos sentidos más amplios de seguridad. Sin embargo, un cuestionamiento importante es el aspecto de convergencia de ambos términos y la posible recuperación de GS como el significado principal a medida que las estrategias militares adquieran cada vez más importancia. Si damos la definición de ESN como aquella que «representa el plan de una nación para el uso coordinado de todos los instrumentos del poder estatal, no militares y militares, para perseguir objetivos que defienden y promueven el interés nacional» y como actividad o «proceso planificado, sistemático y racional»21, podemos pensar que el concepto ESN está evolucionando hacia la convergencia con GS.

Una agenda política: las estrategias de Seguridad Nacional importan más que nunca

El enfoque de Clausewitz, basado en su consideración del objeto político como el motivo original de la guerra, puso la política en el centro de la estrategia. Definió la estrategia como el uso de compromisos para el objeto de la guerra y consideraba que la guerra es una continuación de la política por otros medios22. Su pensamiento sobre la guerra se basaba en la subordinación de esta a la política, es decir, la guerra es un instrumento de la política. Un escritor reciente ha adoptado completamente esta perspectiva, el ya mencionado Colin S. Gray23. Para Gray, la guerra, de hecho, más ampliamente, el comportamiento militar, es por definición de estricta de naturaleza política24. La dependencia mutua es clara: la política proporciona a la estrategia su propósito, mientras que la estrategia proporciona a la política la forma en que ese propósito puede realizarse en la práctica. Además, entendía la GS como la dirección y el uso que se hace de cualquiera o todos los activos de una comunidad de seguridad para los propósitos de la política según lo decidido por esta (comunidad), como la teoría y la práctica del arte de gobernar en sí misma. La naturaleza del proceso estratégico, y su factor más influyente, es siempre la política, pero para que el concepto de GS tenga integridad intelectual debe admitir una conexión necesaria con la fuerza militar como una característica definitoria, pero no la única25.

Second, Gray did not separate the strategy of tactics, but in a paradoxical way. Both form a unit, but they are distinguished because one deals with the purposes and the other acts as an instrument. As a unit, the strategy is pure instrumentality because it has intentional political use. The strategy in practice is simply tactic and, for this reason, it must always be aware of the consequences of the threat and military action in the course of action and in subsequent political events. Gray exposes the strategy as an invariable and permanent conception of the relationship between politics and war, while sectoral strategies have variable, driven characters, but not imposed by their unique and changing contexts. The strategy for Gray is an immutable human activity, as well as a practical art and an applied science, notwithstanding that, in its concrete developments, strategies are contextual, geographical, temporary and adapted to dynamic circumstances.

Finalmente, una concepción esencial de la teoría de este autor es la idea de que la estrategia sirve como «el puente entre el poder militar y el propósito político»26. Como argumenta, la estrategia es un sistema que permite la cooperación funcional entre comportamientos categóricamente distintivos en el interés de promover algún propósito común y, en este sentido, solo tiene valor cuando sirve de puente entre el propósito, el objetivo y la acción27. Siempre que el resultado de este puente tenga un efecto directo y estratégico, su significado político habrá tenido una dirección para el uso de los medios por las vías elegidas a fin de lograr los fines deseados. Este enfoque otorga a la estrategia una visión funcional y práctica para alcanzar a siete contextos diferentes: político, sociocultural, económico, tecnológico, militar, geográfico e histórico

The political advantages derived from a clear idea about the ESN and GS are huge.Reproducing Stolberg's ideas, the purposes of these in front of citizens are:

1) sirven como un constructo para los departamentos gubernamentales y/o ministerios (así como para los órganos legislativos y judiciales), para asegurar que comprendan la intención (enfoque o dirección) que el liderazgo superior electo desee en áreas seleccionadas de la NS. Una estrategia relacionada con la SN puede ser un documento unificador para el poder ejecutivo (de un gobierno democrático) diseñado para crear un consenso interno sobre la estrategia exterior, de defensa, diplomática, económica y, por supuesto, de seguridad nacional; 2) pueden funcionar para informar al cuerpo legislativo dentro de una democracia sobre los recursos para la estrategia en cuestión, y así facilitar los procesos de autorización y aprobación; y 3) tienen la capacidad de ser una herramienta de comunicación estratégica para audiencias nacionales y extranjeras28.

Relaciones Internacionales y Estudios Estratégicos

En este punto, GS y las escuelas de relaciones internacionales se encuentran en la discusión. Específicamente, Milevski considera que: «En este nivel, los académicos ya no discuten estrategias, sino ideologías o, dentro de la academia, escuelas de relaciones internacionales. El debate sobre la gran estrategia ahora gira en torno a la adecuación del realismo en comparación con el liberalismo o cualquier otra teoría de cómo funcionan las relaciones internacionales, más que en las formas y medios de lograr objetivos particulares»29.

En particular, la perspectiva realista en los estudios estratégicos se divide en tres etapas: clásica (Hallett Carr, Morgenthau), neorrealista, dividida después en dos escuelas separadas en el llamado realismo defensivo y el realismo ofensivo30 (Waltz, Mearsheimer, Jervis), y neoclásico (Gideon Kose, Norrin Ripsman, Jeffrey Taliaferro, Steven Lobell)31. Algunos comentaristas han negado supuestos idénticos entre el realismo en las relaciones internacionales y los estudios estratégicos considerando que no comparten supuestos ontológicos. En cambio, se podría defender que su similitud radica en el acuerdo sobre la «discordia» en la política internacional y, por ende, el hecho de crear y usar la fuerza32.

En el caso de la discordia, hay tres posibilidades: quienes defienden que el poder, como principal causa de conflicto, imposibilita la armonía de intereses (Carr y Morgenthau); quienes defienden una visión del sistema internacional anárquica, con competencia respecto a la seguridad, en el que el interés principal es la supervivencia (Waltz) o la ventaja (Mearsheimer); y quienes lo atribuyen a la incertidumbre, el poder y la influencia (Ripsmand, Taliaferro, Lobell)33. Sin embargo, las diferencias son considerables en tres sentidos: en el estado-centrismo, en el comportamiento del actor y en la imprevisibilidad. En el primero, el realismo tiende a poner a los Estados, las alianzas internacionales y las superpotencias como actores principales, mientras que los estudios estratégicos suelen considerar el comportamiento de cualquier otro actor involucrado. Para el realismo, el comportamiento tiene que observarse en sus impulsores profundos y subyacentes, mientras que, para el estratega, es más preciso analizar las causas inmediatas y precipitantes. La tercera diferencia está relacionada con la imprevisibilidad asociada con la tríada clásica: interacción, azar y fricción. Para la mayoría de pensadores estratégicos, estos son factores ineludibles a tener en cuenta si se ha de ser realista en un sentido amplio del término.

El realismo es la teoría más influyente en los estudios estratégicos y, como aconsejó Wohlforth, es imposible comprender los estudios contemporáneos sin una base en su tradición34. En definitiva, el realismo estratégico debe ser consciente de los peores escenarios y estar dispuesto a utilizar sus fuerzas de acuerdo con sus estrategias35. Según Alonso Baquer, «El juego de las relaciones internacionales funciona mejor cuando en un espacio regional todos los poderes soberanos están en estado de defensa. Y es que, aunque solo sea por realismo político, parece obligado a exigir que todas las naciones tengan una capacidad operativa similar a la de sus vecinos»36.

En cualquier caso, las circunstancias para estar en condiciones de defenderse tienen que cumplirse sobradamente ya sea en las GS, ESN o en las sectoriales. Sin embargo, Baquer considera también que «El plano de análisis verdaderamente estratégico en el que se pueden diferenciar los modelos auténticos es el de la gran estrategia, la estrategia total o la estrategia global, que es el de la dialéctica "acción-disuasión". Es el plano en el que hablamos de fuerzas necesarias y no solo de fuerzas disponibles o de fuerzas en presencia»37.

Tal y como argumentó Calvo Albero, «el papel destacado que ha jugado España en la historia no se corresponde con la importancia de su pensamiento estratégico»38. No obstante, en la segunda mitad del siglo XX hubo un renacimiento del pensamiento estratégico39 en este país. No es que España careciera de pensadores estratégicos, pero tampoco ha sido posible crear una escuela de pensamiento estratégico mínimamente homogénea o iluminar a ningún pensador de prestigio universal. En España, la literatura sobre estrategia ha sido ampliamente desarrollada por pensadores militares, centrándose en la conducción militar de la guerra principalmente. Algunos de los más famosos han sido: Álvaro de Navia-Osorio, marqués de Santa Cruz de Marcenado (1684- 1732), Juan Sánchez Cisneros (1769/1770-1838), Evaristo San Miguel (1785-1862), José Almirante (1823-1894), Francisco Villamartín (1833-1872), Martínez Campos (1831-1900), Manuel Díez-Alegría (1906-1987), Alonso Baquer (1932-) o Juan Cano Hevia40.

Por otro lado, Calvo Albero ha insistido en el necesario enfoque pragmático que deben desarrollar los estudios estratégicos41. Lo basa en el enfoque integral de la seguridad, el multilateralismo, la resiliencia, la sostenibilidad y la transparencia para actuar con realismo, con base en el largo plazo y preparándose para lo excepcional. Este enfoque integral e integrador corresponde a aquellos teóricos que consideran la estrategia como una práctica que empieza con la reivindicación de esta con una perspectiva más amplia desde el posestructuralismo y las teorías culturales, considerando las prácticas como la unidad más pequeña de análisis42. Hay tres posiciones influyentes: i) Perspectivas que se basan en el trabajo de Pierre Bourdieu y estudian la seguridad como un campo de práctica diferenciado; ii) el enfoque de la comunidad de la seguridad, que sostiene que la seguridad está integrada en las estructuras comunitarias; y iii) Perspectivas relacionales que estudian las relaciones que producen seguridad.

La teoría de la práctica de Andreas Rockowitz considera que hay tres formas de hablar sobre la acción: la teoría de la elección racional, el constructivismo normativo y las teorías culturales. El primero toma la interacción estratégica de individuos impulsados por intereses como el principal factor explicativo y, el segundo, asume que los individuos son impulsados por normas y que un consenso normativo puede explicar la coordinación de acciones individuales43. En la teoría cultural aplicada a los estudios de seguridad, existe una rama que sustenta la idea del textualismo centrado en las estructuras externas de significado. Las teorías de la práctica difieren: «”El enfoque no es únicamente interno (dentro de la mente de los actores), ni externo (en alguna forma de estructura” (Bueger y Gadinger 2015: 6). Las prácticas están entre el interior y el exterior. Los teóricos de la práctica, por tanto, “identifican lo social en la mente (dado que los individuos son portadores de prácticas), pero también en estructuras simbólicas (dado que las prácticas forman estructuras y patrones de acción más o menos extrasubjetivos)”»44.

Hay un desarrollo específico de esta teoría, que considera la «seguridad como una agenda práctica y de prácticas». Tiene dos argumentos principales: en primer lugar, pretende ir más allá del enfoque en las prácticas lingüísticas de la investigación tradicional de securitización, para incluir aspectos materiales en el análisis; y, en segundo lugar, refuerza la idea de producción cotidiana de seguridad. Como esta metodología se basa en una agenda empírica, un paso importante concluye en el intento de «ir más allá del texto, ya que es difícil reconstruir las prácticas a partir de documentos. La intención es explorar el espectro más amplio de métodos etnográficos»45.

Conclusiones: buscando nuevas direcciones

Beyond considering it or being only a mere document, a strategy has to be able to serve as a registered practice whose main contribution is intended to ensure the course of policy related to national security.It would be promising that the documentary part is becoming one of the resources to develop a new assessment for the SN and strategic studies in the culture of SN or the so -called defense culture.

The GS must be considered as a conceptual elaboration that is linked to a long -range vision, methodologically raised and prolonged over time.It is an integral term that, simultaneously, means clarity of objectives, way to achieve them and rational use of instruments.Therefore, it comes to mean the projection and development of thought in time and space and on the necessary scale.

The debates about the international relations and strategic studies indicate that, in order to understand the value and role of the ESN or the GS, we must consider both culture and international politics.On this basis, foreseeable coalescences between strategic and related professionals are indispensable to achieve an improvement in the development of this type of strategic documents.

In conclusion, the GS must collect a new relevance in the face of the increase in strategic tensions worldwide, demonstrating the convergence of their significance with respect to the ESN.To guarantee the security, the policies of a nation have to function strategically and through realistic, practical and comprehensive approaches the necessary theoretical approach is achieved to address security policies beyond their documents.

María José Frade Valentín, predoctoral researcher

References:

1milevski, Lukas.“The evolution of the stammer of the scratch of the scheme”, Oxford University Press, 2016.

2AZNARFERNÁNDEZ-Montesinos, Federico.Leécadade2020.ElFuturone is written. Reflections on the evolution of strategic thinking.Spanish Institute of Strategic Studies.Ministry of Defense, 2020.

3 MAHNKEN, Thomas G. & MAIOLO, Joseph A. (Ed.). Strategic Studies: A reader. Routledge, 2014

4op.Cit.Milevski, Lukas.

5 Ibid.

6 Ibid.

7 Ibid.V. pp.108 et se.

8 Ibid

9 Balzacq, T., Dombrowski, P., Reich, S. “Comparative Grand Strategy.A Framework and Cases ”, Oxford University Press, 2019.

10op.Cit.Aznar Fernández-Montesinos, Federico.

11 Ibid.

12 Gaddis, John Lewis.On Great Strategy.Penguin Books, 2018.

13 Brodie, B. “Strategy as an art and a science”, Naval War College Review, vol.12, No. 2, art.2, 1959.

14op.Cit.Balzacq, T., Dombrowski, P., Reich, S.

15 Ibid.

16op.Cit.Milevski.

17op.Cit.Balzacq, Dombrowski, Reich.

18 Ibid.

19 Ibid.

201berg, alandg.hownalstatesCraftnational SecuritStrateGyDocunts.strategicstudies Institute.U.S Army War College, 2012.

21 Op. Cit.Stolberg.

22 Freedman, L. “Strategy: A History”, Oxford University Press, 2013.

23 Ibid.

24 Gray, Colin S. Strategy and Politics.Routledge, 2016.

25op.Cit.Milevski.

26 Gray, Colin S. Strategy and History: Essays on Theory and Practice.Routledge, 2006.

27 Gray, Colin S. “The Strategy Bridge: Theory For Practice”, Oxford University Press, 2010.

28op.Cit.Stolberg.

29op.Cit.Milevski.

30 V. Wohlforth, William C., Realism and Security Studies.In: Dunn Cavelty, M., Balzacq, T. (ed.) (2017).Routledge Handbook of Security Studies (2nd ed.).Routledge.

31 Doeser, Fredrik, Frantzen, Filip."The Strategic and Realist Perspectives: An ambiguous relationship," Journal of Strategic Studies, 2020.

32 Ibid.

33 Ibid.

34op.Cit.Dunn Cavelty, M., Balzacq, T. (ed.).

35 Alonso Baquer, Miguel.Strategic models.Spanish Institute of Strategic Studies, 1988.

36 Ibid.

37 Ibid.

38 Calvo Albero, José Luis."Military strategic thinking in Spain and Latin America", Araucaria.Ibero -American Magazine of Philosophy, Politics, Humanities and International Relations, Year 22, No. 44, 2020.

39 Ibid.

40 Rodríguez Palomar, Pablo R. Spanish military strategists from the 19th and 20th centuries.Fundamentals of the strategy for the 21st century.Cease.Ministry of Defense, 2004.

41 Calvo Albero, José Luis.The keys to security and defense in Spain and Europe in the 21st century.The need for a pragmatic approach.IEEE Opinion Document 119/2020.

42 Bueger, Christian, in Op. Cit.Dunn Cavelty, M., Balzacq, T. (ed.).

43 Ibid.

44 Ibid.

45 Ibid.

Related Articles

  • Without mining or Portezuelo, a company that produces wine is born in Malargüe

    Without mining or Portezuelo, a company that produces wine is born in Malargüe

  • Goodbye to Carlos Marín: this is the heritage and fortune left by the singer of Il Divo

    Goodbye to Carlos Marín: this is the heritage and fortune left by the singer of Il Divo

  • Record of women affiliated with Social Security, but temporary and with low salaries

    Record of women affiliated with Social Security, but temporary and with low salaries

  • Ceviche to Recoleta and croissants for officials: the bet of the workers of Villa 31 to sell outside the neighborhood

    Ceviche to Recoleta and croissants for officials: the bet of the workers of Villa 31 to sell outside the neighborhood